1ª Pedro 5:8-9 - No estás solo



"Sed pues de espíritu sobrio, estad alerta. Vuestro adversario el diablo anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar. Pero resistidle firmes en la fe, sabiendo que las mismas experiencias de sufrimiento se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo."

Es difícil saber que puede sentir un soldado en la batalla, probablemente los que nunca hemos estado en una guerra nunca lleguemos a comprender sus sentimientos, sensaciones, nerviosismo etc. El cine con películas como salvar al soldado Ryan o series como hermanos de sangre han intentado demostrarnos lo que significa estar en una guerra. Pero hay algo que sobresale de todo esto, la importancia del grupo, el grupo debe permanecer unido para apoyarse, curarse en caso de herida y no sentirse solo ante el enemigo.

La vida cristiana forma parte de una guerra espiritual entre Dios y Satanás por medio nuestro es que Satanás intenta arrebatarle a Dios los que le pertenecen, por esto Pedro nos avisa y no aconseja, "sed pues de espíritu sobrio, estad alerta. Vuestro adversario el diablo anda al acecho como león rugiente, buscando a quien devorar. Pero resistidle firmes en la fe, sabiendo que las mismas experiencias de sufrimiento se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo."

Es curioso que aquí se nos diga que el diablo anda como león, este como es una comparación, porque el diablo no es ningún león, es un imitador, el verdadero león, es Dios, el león de Judá, Satanás quiere aparentar serlo, parece temible, pero está atado a la voluntad de Dios, nada podrá hacer que Dios no le permita hacer, no tiene libertad para destruir lo que quiera, todo lo contrario es Dios quien le permite que en ocasiones nos toque, como pasó con Job, pero siempre tendrá el propósito de fortalecer nuestra fe y acercarnos a Dios.

No estamos solos, la guerra es dura, el diablo nos ataca, el mundo es su mejor arma y nos intenta ahogar, busca que neguemos a Dios, pero ciertamente la providencia de Dios nos guardará. No estamos solo, alrededor del mundo muchos otros también son atacados y Dios les guarda, somos muchos en esta batalla, no temamos, no hay nada en este mundo que nos pueda quitar el enemigo como para tener miedo, nuestra alma siempre estará a salvo tras el verdadero león poderoso, bajo las alas de Dios. Somos muchos, no estamos solos y sobretodo tenemos a nuestro comandante, confiemos en Dios, nada vendrá que no podamos soportar.


AP

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