"El Señor reina, vestido está de majestad; el SEÑOR se ha vestido
y ceñido de poder; ciertamente el mundo está bien afirmado, será inconmovible.
Desde la antigüedad está establecido tu trono; tú eres desde la eternidad. Los torrentes
han alzado, oh Señor, los torrentes han alzado su voz; los torrentes alzan sus
batientes olas. Más que el fragor de muchas aguas, más que las poderosas olas
del mar, es poderoso el Señor en las alturas. Tus testimonios son muy
fidedignos; la santidad conviene a tu casa, eternamente, oh Señor."
La palabra majestad tiene un
significado bastante claro y radical, "grandeza, superioridad y autoridad
sobre otros". En la tierra los reyes son llamados majestad, más por lo que
fueron que por lo que son hoy en día, al menos en España, donde es cierto que
el rey es el líder de la nación, pero a nivel funcional su función es más
testimonial y de imagen que activa, el presidente del gobierno y el parlamento
es quienes deciden y aprueban leyes, el rey únicamente las firma y solo en el
caso de un golpe de estado toma el poder.
Mientras que el rey en España
ha perdido el poder que si tenía hace cuatrocientos o quinientos años, el Rey
de los reyes por muchos años que hayan pasado continúa siendo Rey y teniendo el
mismo poder que antaño, "el Señor
reina, vestido está de majestad; el Señor se ha vestido y ceñido de poder;
ciertamente el mundo está bien afirmado, será inconmovible. Desde la antigüedad
está establecido tu trono; tú eres desde la eternidad. Los torrentes han
alzado, oh Señor, los torrentes han alzado su voz; los torrentes alzan sus
batientes olas. Más que el fragor de muchas aguas, más que las poderosas olas
del mar, es poderoso el Señor en las alturas. Tus testimonios son muy
fidedignos; la santidad conviene a tu casa, eternamente, oh Señor."
El Rey del universo sigue
reinando y reinará por siempre, la majestad no es un mero título, son sus
vestidos, es admirable, su poder llena toda la tierra, en su fuerza se sujeta
el mundo, por siempre su trono ha existido, anterior a cualquier tipo de vida,
las aguas le alaban con su braveza, las
olas demuestran su poder desde los cielos, y su santidad llena la tierra, Él es
inquebrantable, nadie hay como nuestro Dios.
Somos súbditos del Rey,
comprender esto nos debe llevar a vivir
vidas de siervos, donde Dios sea el gobernador, vivir bajo su reinado significa
entender que somos siervos inútiles y que todo lo que hacemos simplemente es lo que tenemos que
hacer. Dios no nos debe nada, en cambio nosotros debemos adoración a su
Majestad, a la mayor belleza del universo. Gloria al Rey, bendito sea el nombre
del Santo Dios, que toda la creación magnifique su nombre y glorificado sea el
nombre del que vive por siempre, del eterno y todopoderoso Dios.
AP
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