Job 1 - Las lecciones de Job


"Entonces Job se levantó, rasgó su manto, se rasuró la cabeza, y postrándose en tierra, adoró, y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. El Señor dio y el Señor quitó; bendito sea el nombre del Señor. En todo esto Job no pecó ni culpó a Dios."

Internet esta lleno de consejos y de maneras de de lograr tener una vida con éxito, partiendo de consejos tontos y en plan de humor, pasando por manuales de autoayuda que hacen que el hombre o la mujer reciban una gran inyección de autoestima y creencia en si mismo, hasta consejos acerca de como tener logros importantes en ocasiones incluso sin el esfuerzo que se necesitaría.

Todos deseamos ser exitosos en la vida, no es necesario que todos lo seamos en los mismos ámbitos, pero sin duda nuestra meta es tener éxito y lograr llegar a estas metas. ¿Que ocurre cuando al igual que Job nuestro éxito desaparece? "Entonces Job se levantó, rasgó su manto, se rasuró la cabeza, y postrándose en tierra, adoró, y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. El Señor dio y el Señor quitó; bendito sea el nombre del Señor. En todo esto Job no pecó ni culpó a Dios."

Job era un hombre de éxito y por una apuesta entre Dios y Satanás lo pierde absolutamente todo, cualquiera al ver la historia de este hombre afirmaría que todo lo que le ocurre era injusto, pero en cambio vemos a un hombre perfecto y temeroso de Dios y su reacción al quedarse sin nada. Podemos ver tres actitudes de Job sobre las que aprender.

- Job adoró: vemos en Job que rompe su ropa, se quita el pelo, se arrodilla y adora a Dios. Sumisión y humillación, esta es la respuesta de Job tras quedarse sin nada, reconoce que Dios es el que le ha dado todo y que todo le pertenece a Él, le da honra y gloria en medio del problema. Que gran lección para nosotros.

- Job bendijo a Dios: Job reconoció con su boca que la clave de su éxito en la vida no era su esfuerzo ni sus planes, sino que era Dios el que había producido el éxito y si se lo había quitado no había ningún tipo de injusticia pues todo provenía de Él. ¿Como reaccionamos ante el fracaso? Debiéramos bendecir a Dios al fin y al cabo todo le pertenece y da o quita según su voluntad.

- Job no pecó: Lo más normal en la situación de Job habría sido elevar su queja a Dios y recriminarle el maltrato que estaba recibiendo. Job era impecable, perfecto, justo y después de haber sido así Dios le paga quedándose sin nada. Que gran lección para nosotros, Job no pecó, no alzó su queja, cuando nos quejamos a Dios por su forma de hacer las cosas estamos pecando y diciendo a Dios que somos más listos y hacemos mejor las cosas que Él. Aprendamos a aceptar los designios de Dios y adoremos y bendigamos a nuestro Padre.

AP

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