"Satanás salió de la presencia del Señor, e hirió a Job con llagas
malignas desde la planta del pie hasta la coronilla. Y Job tomó un tiesto para
rascarse mientras estaba sentado entre las cenizas. Entonces su mujer le dijo:
¿Aún conservas tu integridad? Maldice a Dios y muérete. Pero él le dijo: Como
habla cualquier mujer necia, has hablado. ¿Aceptaremos el bien de Dios y no
aceptaremos el mal? En todo esto Job no pecó con sus labios."
Uno de los mejores inventos
que pueden existir son las máquinas vending, sin duda una de las cosas que más
echo en falta del anterior centro de trabajo, una máquina, que si estás
dispuesto a pagar un precio ligeramente superior al habitual de un producto,
solo necesitas una moneda y puedes suplir la necesidad más o menos importante
de saciarte, ya sea un simple capricho o una solución a no tener comida para
ese día, sin duda la solución es efectiva.
Este concepto de echar una
moneda y conseguir lo que queramos se ha amplificado muchísimo con las tarjetas
de crédito, donde puedes comprar lo que quieras y ya lo pagarás, no hay
urgencia, pide y te será dado. Nos encontramos a un Job en problemas, pero la
cosa irá a peor, "Satanás salió de
la presencia del Señor, e hirió a Job con llagas malignas desde la planta del
pie hasta la coronilla. Y Job tomó un tiesto para rascarse mientras estaba
sentado entre las cenizas. Entonces su mujer le dijo: ¿Aún conservas tu
integridad? Maldice a Dios y muérete. Pero él le dijo: Como habla cualquier
mujer necia, has hablado. ¿Aceptaremos el bien de Dios y no aceptaremos el mal?
En todo esto Job no pecó con sus labios."
Tres personajes vemos en el
texto y tres cosas de las que aprender, tres actitudes las cuales, nos enseñan,
nos confrontan y no refuerzan.
- Satanás: Este es el primer
personaje que encontramos, el cual después de haberle quitado todo, sus
posesiones y su familia casi al completo, ahora va a tocar su salud. Hay algo
interesante en esto, cada actuación de Satanás viene tras una
"reunión" con Dios, donde él pide permiso para actuar. Esto no quiere
decir que cada acto de Satanás o de cualquier otro demonio requiera la
autorización de Dios para llevarla a cabo, Dios ha permitido un margen de
actuación, pero en ocasiones hay concesiones en forma de perdidas o enfermedad.
Aun esto es controlado por Dios, Dios es quien pone las barreras, esto debería
producir en nosotros tranquilidad, pues tenemos la certeza de que Dios nos
guardará y no permitirá que suceda nada que no le de gloria a Él.
- La mujer de Job: Esta mujer
parece más un castigo para Job que una consolación, su actitud es negativa, en
lugar de cuidar a su marido y apoyarle hace todo lo contrario, hasta el extremo
de decirle que mejor es que muera a que viva así, le culpa de los males que han
ocurrido y lo insta a maldecir a Dios. Esta actitud, quizá no de una forma
extrema la encontramos en nuestras iglesias, personas que su pensamiento
siempre es negativo, hombres y mujeres que se dedican a destruir en lugar de
reconstruir, rostros que imparten y contagian tristeza y desolación. ¡Que Dios
nos libre de ser tan mala influencia como lo fue esta mujer!
- Job: Job entendió una verdad
muy grande, Dios no es una máquina de vending ni una tarjeta de crédito que
podemos usar cuando tenemos una necesidad, Dios no es una respuesta a nuestros
problemas ni se logra nada con Él echándole una oración, no podemos pretender
seguir a Dios cuando todo va bien y pasar de Él cuando no responde como
nosotros queremos. Debemos comprender que los planes de Dios no son los
nuestros, son superiores y la queja no debería nunca formar parte de nuestra
oración, sino la paciencia y esperar a que Dios traiga la solución a su tiempo.
AP
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