"Porque al ver mi alimento salen mis gemidos, y mis clamores se
derraman como agua. Pues lo que temo viene sobre mí, y lo que me atemoriza me
sucede. No tengo reposo ni estoy tranquilo, no descanso, sino que me viene
turbación."
Es difícil ser cristiano hoy
en día, pero más difícil aun es serlo cuando todo se te pone en contra. Job
había perdido absolutamente todo lo que tenía, hijos, hijos, bienes materiales
y su salud. El texto da a entender que Job era un hombre importante de su
tiempo una persona en una buena posición económica y social, del día a la
mañana vemos a este hombre perdiéndolo todo y que lo único que le queda es una
mujer la cual ha perdido el propósito de su vida, ser ayuda idónea a su marido,
más bien lo contrario se convierte en una carga y en otro azote físico y
anímico para Job.
Si hasta ahora Job no ha
atacado a Dios por sus circunstancias, así va a a seguir, Dios nunca perderá
una apuesta y menos aun contra Satanás, Job no negará ni elevará ninguna queja
ante Dios, pero sí que realizará un lamento audible que sin duda llegará ante
el mismo trono de Dios. Este es el marco de este tercer capítulo el cual acaba
de esta manera, "porque al ver mi
alimento salen mis gemidos, y mis clamores se derraman como agua. Pues lo que
temo viene sobre mí, y lo que me atemoriza me sucede. No tengo reposo ni estoy
tranquilo, no descanso, sino que me viene turbación."
Este es un lamento de Job, un
clamor hacia el cielo, se arrepiente del día en que nació, desearía haber
muerto en el vientre de su madre, el tormento de Job no se encuentra en su
físico, su alma está destrozada, no olvidemos que Job era una persona al igual
que cada uno de nosotros. La situación de Job recuerda mucho a otro hombre el
cual sufrió muchísimo en su espíritu, que rogó a su Padre evitar pasar por la
carga de los pecados de los hombres, Job apunta a Jesús, nos recuerda ya desde
el antiguo testamento el clamor de aquel que tiene su alma abatida y sin
fuerzas, que eleva su lamento hacia el cielo por lo que está pasando.
¿Qué pensamos de Job? ¿Cuál
sería nuestra reacción ante esta situación? ¿Cómo reaccionamos cuando vemos que
alguien sufre? La respuesta a esto debiera ser la empatía. Aunque mi corazón,
el cual es malo y desviado de Dios, quiere juzgar a Job y reprenderle, algo me
recuerda que en su situación yo no sería tan diferente, me lleva a ser empático
y a intentar comprender su situación y sus duras palabras. Así debiera ser
siempre que alguien dice lo políticamente incorrecto, lo que se sale del guión,
no debiéramos juzgar, todo lo contrario, mostrar empatía. El lamento no es una
queja, es una expresión del alma, Job no echa en cara a Dios nada de lo que le
ha ocurrido. Sin duda es algo que debiéramos pensar y asimilar antes de juzgar
a los demás.
AP
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