"He aquí, tú has exhortado a muchos, y las manos débiles has
fortalecido. Al que tropezaba tus palabras han levantado, y las rodillas
débiles has robustecido. Pero ahora que te ha llegado a ti, te impacientas; te
toca a ti, y te desalientas. ¿No es tu temor a Dios tu confianza, y la
integridad de tus caminos tu esperanza?"
El primer paso para reconocer
la grandeza y perfección de Dios es reconocer, incluso públicamente nuestra
debilidad e incapacidad. Sí, todos los hombres, los poderosos y los que no lo
son, los ricos y los pobres, absolutamente todos tenemos debilidades, momentos
de tristeza y de desanimo, está en nuestro ADN, es parte de nuestra identidad.
Por supuesto no todos los tenemos con la misma asiduidad, cada uno según
nuestro carácter encaramos los problemas y alegrías de la vida de manera bien
distinta.
Job era uno de esos hombres
aparentemente sin debilidades, más bien todo lo contrario, había dedicado su
vida a levantar a los caídos, a preocuparse por los necesitados, a consolar a
aquellos que se sentían sin fuerzas pero ahora en sus momentos de angustia
parecía haber olvidado quien era, había perdido el norte y sus ojos habían
perdido su mirada. Uno de sus amigos, le exhorta ante esta situación "he aquí, tú has exhortado a muchos, y
las manos débiles has fortalecido. Al que tropezaba tus palabras han levantado,
y las rodillas débiles has robustecido. Pero ahora que te ha llegado a ti, te
impacientas; te toca a ti, y te desalientas. ¿No es tu temor a Dios tu
confianza, y la integridad de tus caminos tu esperanza?"
Todo el trabajo de una vida,
todo el camino andado parece que desaparece cuando llegan los problemas, cuando
nuestro mundo se viene abajo. Esto no suele ocurrir únicamente porque aparecen
problemas, suele ser porque nuestra mirada se desvía de donde antes mirábamos,
tal cual le pasó a Job "¿No es tu temor a Dios tu confianza,
y la integridad de tus caminos tu esperanza?" Mientras todo iba bien,
el temor a Dios era su confianza, sabía quién era Dios y lo había visto en su
vida, su esperanza estaba en la integridad, pero al llegar los problemas su
confianza dejó de posarse en Dios, la enfermedad acaparó sus pensamientos, la
pérdida de sus hijos le hundió hasta lo más profundo de su alma.
Pero este no es el Job que
había existido hasta ahora, este Job "oscuro" antes no había sido
así, se había dedicado a la restauración de almas, a levantar a los que habían
caído. ¡Esto es maravilloso en realidad! La debilidad de Job no une a él, quizá
tú no siempre has estado hundido, los problemas te ahogan y parece que te
impiden ser lo que Dios hizo que fueses antes. Hay solución, vuelve a temer a
Dios, muéstrale de nuevo tus
reverencias. Hay tantos siervos que ya no sirven porque los problemas les
ahogan... Las palabras de Elifaz a Job
son útiles en nuestros tiempos, aplica las palabras que Dios dio a otros de
ánimo para tu propia alma, exhórtate y levántate, vuelve a ser útil, deja de
compadecerte y vuelve al camino en el que estuviste.
AP
Wow esto fue para mi, 😟 yo solo perdi mi Unico hijo y El dolor es horrible
ResponderEliminarJob perdio sus 10 hijos,
Cuanto dolor 😥😥
De gran edificacion es poder leer reflexiones de la Palabra de Dios y poder compartir con los demas
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