Job 4 - Una amorosa llamada de atención



"He aquí, tú has exhortado a muchos, y las manos débiles has fortalecido. Al que tropezaba tus palabras han levantado, y las rodillas débiles has robustecido. Pero ahora que te ha llegado a ti, te impacientas; te toca a ti, y te desalientas. ¿No es tu temor a Dios tu confianza, y la integridad de tus caminos tu esperanza?"

El primer paso para reconocer la grandeza y perfección de Dios es reconocer, incluso públicamente nuestra debilidad e incapacidad. Sí, todos los hombres, los poderosos y los que no lo son, los ricos y los pobres, absolutamente todos tenemos debilidades, momentos de tristeza y de desanimo, está en nuestro ADN, es parte de nuestra identidad. Por supuesto no todos los tenemos con la misma asiduidad, cada uno según nuestro carácter encaramos los problemas y alegrías de la vida de manera bien distinta.

Job era uno de esos hombres aparentemente sin debilidades, más bien todo lo contrario, había dedicado su vida a levantar a los caídos, a preocuparse por los necesitados, a consolar a aquellos que se sentían sin fuerzas pero ahora en sus momentos de angustia parecía haber olvidado quien era, había perdido el norte y sus ojos habían perdido su mirada. Uno de sus amigos, le exhorta ante esta situación "he aquí, tú has exhortado a muchos, y las manos débiles has fortalecido. Al que tropezaba tus palabras han levantado, y las rodillas débiles has robustecido. Pero ahora que te ha llegado a ti, te impacientas; te toca a ti, y te desalientas. ¿No es tu temor a Dios tu confianza, y la integridad de tus caminos tu esperanza?"

Todo el trabajo de una vida, todo el camino andado parece que desaparece cuando llegan los problemas, cuando nuestro mundo se viene abajo. Esto no suele ocurrir únicamente porque aparecen problemas, suele ser porque nuestra mirada se desvía de donde antes mirábamos, tal cual le pasó a Job  "¿No es tu temor a Dios tu confianza, y la integridad de tus caminos tu esperanza?" Mientras todo iba bien, el temor a Dios era su confianza, sabía quién era Dios y lo había visto en su vida, su esperanza estaba en la integridad, pero al llegar los problemas su confianza dejó de posarse en Dios, la enfermedad acaparó sus pensamientos, la pérdida de sus hijos le hundió hasta lo más profundo de su alma.

Pero este no es el Job que había existido hasta ahora, este Job "oscuro" antes no había sido así, se había dedicado a la restauración de almas, a levantar a los que habían caído. ¡Esto es maravilloso en realidad! La debilidad de Job no une a él, quizá tú no siempre has estado hundido, los problemas te ahogan y parece que te impiden ser lo que Dios hizo que fueses antes. Hay solución, vuelve a temer a Dios,  muéstrale de nuevo tus reverencias. Hay tantos siervos que ya no sirven porque los problemas les ahogan... Las palabras de  Elifaz a Job son útiles en nuestros tiempos, aplica las palabras que Dios dio a otros de ánimo para tu propia alma, exhórtate y levántate, vuelve a ser útil, deja de compadecerte y vuelve al camino en el que estuviste.

AP


Comentarios

  1. Wow esto fue para mi, 😟 yo solo perdi mi Unico hijo y El dolor es horrible
    Job perdio sus 10 hijos,
    Cuanto dolor 😥😥

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  2. De gran edificacion es poder leer reflexiones de la Palabra de Dios y poder compartir con los demas

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