“Como esclavo que suspira
por la sombra, y como jornalero que espera con ansias su paga, así
me han dado en herencia meses inútiles, y noches de aflicción me han
asignado. Cuando me acuesto, digo: “¿Cuándo me levantaré?”
Pero la noche sigue, y estoy dando vueltas continuamente hasta el amanecer.”
Hay ciertos principios que son obligados
para los cristianos de entender, aunque es cierto que es difícil, cuando entra
la duda, cuando parece que estos principios se tambalean ahí entra la fe.
Principios como el amor de Dios, su bondad, su misericordia, su fidelidad, su
justicia, etc. parecen tambalearse cuando de repente nuestra vida da un tumbo,
se gira y se vuelve del revés, cuando las cosas van bien es relativamente fácil
apreciar todas estas cosas de Dios, pero cuando llegan los problemas, aquí la
cosa cambia y es donde la fe es probada y puesta en evidencia.
Job en ningún momento llega a cuestionarle
a Dios porque le pasa esto, no le dice a Dios que sea injusto, que ya no le
quiera o que Dios haya dejado de ser misericordioso, pero ahora que está en el
otro punto de vista de la vida sí que se da cuenta que la vida quizá no era tan
bonita y la idea que tenía de cómo era Dios se va desvaneciendo. Así le habla
Job a Dios “Como esclavo que suspira por
la sombra, y como jornalero que espera con ansias su paga, así me
han dado en herencia meses inútiles, y noches de aflicción me han
asignado. Cuando me acuesto, digo: “¿Cuándo me levantaré?”
Pero la noche sigue, y estoy dando vueltas
continuamente hasta el amanecer.”
Muchos podríamos estar de acuerdo con Job,
probablemente nos hayamos sentido igual en nuestras camas, noches
interminables, problemas que crecen en nuestras mentes y nos impiden dormir,
pasan meses y meses esperando solución pero solo recibimos aflicción y todo
aquello que veíamos tan claro de Dios, de como Él era se empieza a tambalear.
Pero debemos recordar algo, la fe se trata de la visión celestial de las cosas
y cuando vemos la terrenal nuestra fe cada vez se hace más pequeña.
Job estaba dejando de mirar la vida desde
el punto de vista de Dios, sabemos porque conocemos la historia, que llegará el
momento en que Job será restaurado, sanado y todo lo que había perdido lo
recibirá con creces. Pero esto no siempre es así, en ocasiones Dios no devuelve
lo que es suyo y nos había prestado y durante un tiempo habíamos tenido.
Tenemos dos opciones vivir una vida de lamento lo cual puede que nos este “permitido”
o por el contrario, aun en la crisis seguir observando todos los beneficios de
Dios.
AP
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