"Prestaré atención al camino de integridad. ¿Cuándo vendrás,
Señor, a mí? En la integridad de mi corazón andaré dentro de mi casa."
Alejandro Sanz es sin duda uno
de los artistas españoles con una mayor carrera no solo en España sino en todo
el mundo, los números le avalan, ha vendido más de 25 millones de copias de sus
discos en todo el mundo y ha ganado diecisiete Grammy latinos y tres Grammy
anglo. En el año 2000 salió a la luz su álbum "El alma al aire”, del cual
el artista comentó: "Yo creo que son los dos ingredientes para el potaje
de la música, que son el aire y el alma. Sí no tienes alma, no tienes aire, no
hay posibilidades de hacer". Dentro de este disco destacó una canción
llamada Cuando nadie me ve, y en ella una frase muy interesante "Cuando
nadie me ve, puedo ser o no ser, cuando nadie me ve pongo el mundo al revés,
cuando nadie me ve no me limita la piel."
Esta frase dice mucho más de
lo que aparentemente pueda llegar a parecer, habla de dobles vidas, habla de
apariencias, habla de falsedad, habla de desfases, de desenfreno, habla de
intimidad. Al escuchar esta canción necesito contrastarla con las palabras del
salmista, "prestaré atención al
camino de integridad. ¿Cuándo vendrás, Señor, a mí? En la integridad de mi
corazón andaré dentro de mi casa." Son palabras contrapuestas las del
escritor bíblico y las de Alejandro Sanz.
¿Cómo soy yo? ¿Co quien me
siento más identificado? ¿Cómo soy en mi intimidad, en mi casa? ¿Pongo el mundo
al revés o guardo la integridad? Hay muchos que
dicen ser cristianos, que aparentemente lo son y además dignos de
imitar, pero que cuando cierran las puertas de sus casas dejan también atrás el
disfraz de cristiano. No digo, ni me atrevería a insinuarlo que lo hagan
voluntariamente, probablemente vivieron siendo buenos creyentes tanto fuera
como dentro, pero la relación con Dios se desgastó, poco a poco lo que ocurría
de puertas hacia dentro no tenía nada que ver con lo que ocurría en la calle.
De repente cuando nadie les ve ya no son, ya no parecen cristianos.
No juzguemos tan rápido y preguntémonos,
¿seré yo uno de estos? La clave está en la primera parte del versículo, ¿cuánto
tiempo dedicas a prestar atención al camino de integridad? ¿Cuánto tiempo pasas
examinando como es y si caminas por él? Para que haya integridad debemos
conocer al único totalmente íntegro, y sin la oración y la lectura es
imposible, quizá aparentemos ser buenos cristianos, pero la realidad es que eso
desaparecerá en nuestros hogares. El verdadero cristiano es aquel que dentro de
sus casa, en su intimidad, cuando esta solo le preocupa más la integridad si
cabe que cuando esta fuera. No teme la opinión de ninguna persona, teme la
opinión de Dios sobre su corazón. ¿Cómo eres cuando nadie te ve, eres o no
eres? Hoy es tiempo de cambiar y volver al camino de integridad.
AP
Intimidad único lugar donde demostramos lo que somos.
ResponderEliminar