"Buscad al Señor y su fortaleza; buscad su
rostro continuamente. Recordad las maravillas que Él ha hecho, sus prodigios y los juicios de su boca.”
En el año 2000 el director de
cine Christopher Nolan llevó a la gran pantalla una película llamada memento.
Fue toda una revolución en el mundo del cine, Memento es la historia de
Leonard, quien sufrió un trauma cerebral que le causó amnesia anterógrada. Leonard es incapaz de almacenar nuevos recuerdos, sin embargo,
posee memoria sensorial y recuerda cómo realizar las acciones cotidianas. Para
"recordar" los sucesos de su vida crea un sistema usando fotos instantáneas para tener un registro de la gente
con la cual se relaciona, dónde se hospeda y otros elementos básicos para el
desarrollo de su vida. Además de las fotografías, toma notas y se tatúa pistas
del asesino de su esposa, a veces demasiado ambiguas. Leonard busca vengarse
del hombre que violó y asesinó a su mujer, y que le provocó su enfermedad, a la
vez que se siente culpable por no haber creído en Sammy, otro personaje que
sufrió su mismo problema.
En ocasiones esta película
crea incluso agonía en la persona que la ve, ya que ver que el protagonista únicamente
es capaz de recordar los últimos minutos que ha vivido puede llegar a
desesperar. El salmista nos anima a "buscad al Señor y su fortaleza; buscad su
rostro continuamente. Recordad
las maravillas que Él ha hecho, sus prodigios y los juicios de su boca.”
En todo el salmo se nos narra
desde el llamado de Dios a Abraham hasta la salida del pueblo de Egipto, como
Dios los llamó, los guardó, los preservó y los liberó. Pero si miramos al
pueblo a lo largo de la historia podría parecer como si Dios no se hubiese
acordado nunca de ellos, como si no hubiese estado a su lado, siempre quejándose
de caminar en el desierto, con miedo ante la conquista de la tierra, parece que
Dios nunca ha estado con ellos, pero siempre hay alguien que se ocupa de
recordar todo lo que Dios ha hecho por ellos.
¿Qué clase de persona eres?
Esta es una pregunta clave, somos de los que en medio del problema, por grande
que sea se derrumba y deja que todo le cubra o de los que recuerdan las cosas
que Dios hizo en el pasado. Es muy importante que nuestra memoria espiritual no
se quede únicamente en los últimos minutos vividos, sino que grabemos en
nuestro corazón y también en alguna libreta, en algún sitio de fácil acceso las
cosas grandes que Dios nos ha dado. Busca a Dios, Él es nuestra fortaleza, no
dejes de buscar su rostro, ciertamente Él contestará y nos sacará del hoyo.
AP
Bendice Alma mía a Jehova!!!
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