"Danos ayuda contra el adversario, pues vano es el auxilio del
hombre."
En medio de la oscura noche se
oye un grito, el silencio se destruye y el llanto del niño irrumpe y llena toda
la casa, desde la habitación contigua su padre se levanta, con sueño, tropieza
con la pata de la cama, se lamenta del dolor y se dirige rápidamente al cuarto
donde el pequeño está llorando. Se sienta en la cama, abraza a su hijo, le
calma, era solo una pesadilla, todo ha pasado ya, el llanto se detiene, ya no
hay nada que le pueda hacer daño, nada que pueda darle miedo, nada que le pueda
atacar, su padre está allí, con él y se siente seguro.
En nuestra niñez todos hemos
llorado por miedo, pesadilla, por pensar que había algo debajo de nuestra cama
o dentro de nuestro armario, nuestra mente al llegar la oscuridad llenaba todo
de enemigos feroces que nos amenazaban lo que debiera ser una noche de
tranquilidad y descanso, pero en medio de todo eso, estaba nuestro padre, el
que nos daba la tranquilidad y nos hacía dormir seguros. En la vida tenemos
muchos adversarios, rivales reales o imaginarios, pesadillas problemas y
necesitamos socorro, por eso es una buena elección decir, "danos ayuda contra el adversario, pues vano es el auxilio del
hombre."
De ningún modo me atreveré a
decir que pedir ayuda a una persona es una mala idea, todo lo contrario, Dios nos
ha puesto unos a otros para ayudarnos, apoyarnos y darnos consuelo en los
momentos en que todo parece derrumbarse, pero
hay una realidad que no podemos ignorar, "maldito el hombre que confía en el hombre". El hombre no
puede quitar los miedos, puede calmarlos temporalmente, pero como el niño que
tiene una pesadilla, su padre volverá a dormir y él se quedará de nuevo solo.
Que diferente son las cosas
con el Padre celestial, Él nunca nos deja, Él es mucho más poderoso que
cualquier adversario que pueda venir, Él no vuelve a dormir sino que se queda
con nosotros y nos protege, nos ama y nos abraza. La ayuda de cualquier hombre
es temporal, vana en la gran mayoría de las situaciones, sin soluciones, pero
en cambio no es así con Dios. ¿Tienes adversarios que te ahogan? Dios es la
respuesta al problema y como buen Padre vendrá en rescate de un hijo que sufre.
AP
Gracias hermosa reflexión Dios lo bendiga
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