"No temerá recibir malas
noticias; su corazón está firme, confiado en el Señor."
Cuando era
adolescente me ocurrió una anécdota de la que ahora nos reímos pero en aquel
momento no fue tan divertido. Después de acabar un partido de fútbol el
entrenador nos quiso invitar a un refresco y todos fueron y yo me quede rezagado y entendí que vendrían a buscarme, fue pasando el tiempo y al final al
ver que no vinieron me fui para casa. Mi sorpresa fue al llegar a casa había
una buena montada. Mi madre no sabía dónde estaba y había llamado a la policía
para ver si había habido algún accidente.
Ahora contarlo es
gracioso pero realmente la angustia que debió sentir ella no lo era. Me imagino
que debe ser como la mujer o madre que su marido o si hijo está en el ejército
y llega una llamada inesperada, de repente la angustia aparece. Pero esto no debiera
ser así, sino como dice el salmista, "no
temerá recibir malas noticias; su corazón está firme, confiado en el
Señor."
La confianza en Dios
no se demuestra cuando el mar está en calma, sino cuando las olas parece que
van a hundir el barco y Jesús está durmiendo y no se despierta. Estos momentos
son los que demuestran la verdadera confianza en Dios. Porque la confianza es
la ausencia de temor, exactamente igual que el niño que al estar con su padre
no teme a nada, está confiado, igualmente confiar en el Señor debiera hacer que
no temamos las malas noticias.
¿Cuánto confías en
Dios? ¿Cuál es la confianza que tienes en Él? ¿Qué es lo que temes que te
produce tanto temor? La confianza en Dios aparta el temor, en ningún sitio
podemos estar más seguros que en Él. No temas que puedan llegar malas noticias,
Dios estará contigo, estate tranquilo, no temas el será tu refugio y tu
consuelo.
AP
Comentarios
Publicar un comentario