"¿Quién es como el Señor nuestro Dios, que está sentado en las alturas, que se humilla para mirar lo que hay en el cielo y en la tierra?"
Si algo nos ha
demostrado estas últimas elecciones es que ya no es extraño ver a los políticos
pareciendo personas normales. Hemos podido ver a los candidatos en la
televisión bailando, haciendo bromas, conduciendo un jeep y muchas más cosas
para demostrar cercanía a los ciudadanos. Esto hace muchos años era algo
impensable, una persona de la realeza nunca se juntaría con la clase
trabajadora y conviviría con ella, estos sería una gran humillación para el
rey.
Hay situaciones que
parecen impensables, imposible que ocurran, un rey no se humillaría tanto, pero
hubo unos que sí que lo hizo. "¿Quién
es como el Señor nuestro Dios, que está sentado en las alturas, que se humilla
para mirar lo que hay en el cielo y en la tierra?" Esto es grandioso
pero también nos deja a nosotros en una situación poco agradable.
Es grandioso porque
Dios, el cual no necesita de nada ni de nadie, su existencia y su estado no está
necesitado y ligado a lo que suceda o deje de existir en el universo. Si un rey
sería impensable que se humillara juntándose con los trabajadores del campo
cuya única diferencia es su nacimiento, cuán grande será la diferencia de un
Dios que es superior en todos los aspectos a aquellos que vivimos en la tierra,
y no solo es diferente, sino superior en todos los aspectos.
El hecho de que Dios
ni siquiera nos mire es una humillación y esta humillación se hizo persona
llamada Jesucristo, incomparable el hecho en toda la historia de que alguien
sin maldad muera por culpa del mal de otros, que muera por aquellos que le
odian y le mataron. ¡Como de diferente es nuestro Dios! Su humillación es el
medio por el cual nosotros podemos obtener la vida eterna, de la manera que
podemos ser salvos. Es la humillación de Dios, que miró a la tierra y al ver
nuestra miseria fue movido a misericordia y nos dio vida. ¡Quien como nuestro
Señor!
AP
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