Salmo 97 - Año nuevo, mismo Dios, ¿nuevo yo?



"Los que amáis al Señor, aborreced el mal; Él guarda las almas de sus santos; los libra de la mano de los impíos. Luz se ha sembrado para el justo, y alegría para los rectos de corazón. Justos, alegraos en el Señor, y alabad su santo nombre."

Este nuevo año que hoy empezamos en España nos trae bastantes cosas interesantes, empezando porque tendremos un día más que los tres últimos al tratarse de un año bisiesto, con la incertidumbre de quienes formarán el gobierno del país, quienes pactarán para gobernar, a la espera que un grupo anticapitalista como es la CUP decida si apoyar en Catalunya a aquellos que quieren la separación bajo sus condiciones o si volverán a haber elecciones. A los amantes de los deportes nos viene un verano cargadito por delante, empezando por la Eurocopa en junio y julio y con los Juegos Olímpicos de Río en agosto para tener deporte hasta empacharnos.

Empieza un año nuevo, con estas cosas como algunas de las que traerá el año en nuestras vidas, junto con proyectos, ilusiones, risas, lloros, desesperación, dolor, alegría y muchos más sentimientos que aparecerán durante el paso de los 366 días que tenemos ante nosotros. Año nuevo, vida nueva dice el refrán, pero me quiero atrever a modificarlo, año nuevo, mismo Dios. Porque aunque el año pueda traer muchas cosas, Dios será el mismo de este año que ayer acabamos, para sus hijos hay un mensaje de ánimo para todo el año. "Los que amáis al Señor, aborreced el mal; Él guarda las almas de sus santos; los libra de la mano de los impíos. Luz se ha sembrado para el justo, y alegría para los rectos de corazón. Justos, alegraos en el Señor, y alabad su santo nombre."

Dios seguirá guardándonos, librándonos del mal, cuidando de las almas de sus santos, si, somos santos, por medio de la sangre de Cristo, pero santos, no por nuestros méritos, sino por su sufrimiento; Él ha preparado luz para que andemos, alegría incluso en adversidades, gozo en medio del dolor, paz dentro de la tormenta y del huracán, una roca donde edificar nuestro corazón llamada Jesús, allí es donde el 2016 pasará más seguro y estable. Elk mismo Dios que libró a Israel de Egipto, el mismo que los sacó de la cautividad, el mismo Dios que libró a Pablo de morir ahogado en más de un naufragio, exactamente aquel que nos ha sanado en nuestro pasado es el que nos acompañará en este año 2016.

Permíteme que acabe de modificar el refrán, año nuevo, mismo Dios, ¿nuevo yo? Como será nuestro año 2016, ¿seguiré quejándome tanto a Dios de lo que me ocurre? ¿Será mi relación con el Padre un año más una montaña rusa? ¿Seré adúltero y adoraré a personas o cosas antes que a Dios? ¿Será Dios el primero en mis prioridades? ¿Habrá un cambio en mí o seguiré siendo la misma veleta que el viento de la vida le hace salirse del camino? Déjame proponerte tres propósitos para este año. 1. Ama a Dios por encima de todo e intenta ser santo como Dios es Santo. 2. No dejes de compartir tu fe ni te escondas de decir que perteneces al reino del cielo. 3. Glorifica y alaba a Dios en todo lo que hagas, sea público o privado, en la iglesia o en tu casa, que todo lo que hagas tenga como objetivo glorificar a Dios.

Feliz año 2016


AP

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