"¿Piensas que esto es justo? Dices: “Mi justicia es más que la de
Dios.” Porque dices: “¿Qué ventaja será para ti? ¿Qué ganaré yo por no haber
pecado?” Yo te daré razones, y a tus amigos contigo. Mira a los cielos y ve,
contempla las nubes, son más altas que tú. Si has pecado, ¿qué logras tú contra
Él? Y si tus transgresiones son muchas, ¿qué le haces? Si eres justo, ¿qué le
das, o qué recibe El de tu mano?"
Cuando hace unos años jugaba a
fútbol en una liga amateur nuestro equipo no era el más bueno de la liga, ni
mucho menos, pero tampoco éramos el más malo. Cuando acababa la liga, empezaba
otro torneo en el cual tras una ronda de partidos se dividía la liga en dos
competiciones, donde los mejores se enfrentaban por un lado y los peores se
enfrentaban por otro. Aun así, conforme avanzaba el campeonato un equipo del
grupo de los mejores pasaba al campeonato de los equipos más débiles. Nosotros,
conscientes de nuestras limitaciones buscábamos ocupar ese sitio y tener la
posibilidad de luchar cada partido.
En esta vida conocer nuestras
limitaciones es muy importante, básico diría yo incluso, ser consciente de
hasta dónde podemos llegar nos hará tener una vida en todos los niveles de
éxito. Por supuesto en ocasiones luchar por metas mayores pueden traer éxito, pero
también fracaso. A nivel espiritual podemos llegar a equivocar nuestros
objetivos y errar continuamente, tal y como Eliú le mostró a Job, "¿Piensas que esto es justo? Dices:
“Mi justicia es más que la de Dios.” Porque dices: “¿Qué ventaja será para ti?
¿Qué ganaré yo por no haber pecado?” Yo te daré razones, y a tus amigos
contigo. Mira a los cielos y ve, contempla las nubes, son más altas que tú. Si
has pecado, ¿qué logras tú contra Él? Y si tus transgresiones son muchas, ¿qué
le haces? Si eres justo, ¿qué le das, o qué recibe El de tu mano?"
Hay batallas a nivel
espiritual que siempre serán una derrota para nosotros, creer que podemos
competir o discutir con Dios es sin duda un grave error, es soberbia por
nuestra parte y creer que algo que nosotros tenemos es lo suficientemente bueno
para Dios es simplemente una estupidez. En nada somos nosotros superiores a
Dios, en ningún aspecto podemos competir contra Él, todo lo contrario. No
darnos cuenta de esto, lo único que ofrece es frustración y derrota tras
derrota.
¿Podrá algún hombre
justificarse ante Dios? Claramente no, más bien todo lo contrario, será un
fracaso, porque cada justificación que nosotros podamos ofrecer, traerá y
dejará al descubierto nuestras transgresiones. Acercarse a la luz deja visible
todo lo que hay en nosotros, nada de lo que hagamos puede herirle, si hiciésemos
todo bien y nos apartásemos del pecado, nada cambiaría en su esencia, por
supuesto Él estaría contento de nosotros, pero no dejaría de ser el mismo Dios.
Dejemos de batallar contra Dios y simplemente rindámonos ante el Todopoderoso.
AP
Comentarios
Publicar un comentario