"Escuchad atentamente el estruendo de su voz, y el rugido que sale
de su boca. Bajo todos los cielos lo suelta, y su relámpago hasta los confines
de la tierra. Tras él, ruge una voz; truena El con su majestuosa voz, y no
retiene los relámpagos mientras se oye su voz. Maravillosamente truena Dios con
su voz, haciendo grandes cosas que no comprendemos. Porque a la nieve dice:
“Cae sobre la tierra”, y al aguacero y a la lluvia: “Sed fuertes.”"
El poder de un rey está en la
palabra, lo que el pronuncia se hace, el rey no necesita hacer nada, todos sus
siervos obedecen a partir de su palabra, lo que pronuncia se convierte en
realidad, sus deseos son órdenes y únicamente tiene que hablar para que todos
se pongan a hacer y cumplir sus deseos. El poder del rey se encuentra en
aquello que sale de su boca.
Mientras que cualquier rey
humano necesita de su influencia ya sea por medio del cariño o del
autoritarismo, Dios es diferente, Él hace a partir de su palabra, pero su propia
palabra no necesita la voluntad de ninguna persona o cosa, su propia palabra
tiene poder para hacer o deshacer, controla lo incontrolable, "escuchad atentamente el estruendo de
su voz, y el rugido que sale de su boca. Bajo todos los cielos lo suelta, y su
relámpago hasta los confines de la tierra. Tras él, ruge una voz; truena El con
su majestuosa voz, y no retiene los relámpagos mientras se oye su voz.
Maravillosamente truena Dios con su voz, haciendo grandes cosas que no
comprendemos. Porque a la nieve dice: “Cae sobre la tierra”, y al aguacero y a
la lluvia: “Sed fuertes.”"
¿Existirá algún hombre capaz
de declarar que llueva y que realmente empiece a creer? ¿La palabra dicha por
alguna persona será capaz de cambiar el clima o alargar un día? No, pero la
palabra de Dios, lo que sale de su boca es poder, poder para poner orden en el
caos, como sucede en el primer día de la creación, su palabra da vida a plantas
y animales, crea estrellas, vías láctias y galaxias, su palabra abrió mares y
separó las aguas de los ríos, fue su palabra la que sanó ciegos, mudos y
paralíticos.
Juan empieza su evangelio
recalcando el poder de la palabra de Dios, "en el principio era el verbo,
y el verbo era con Dios y el verbo era Dios." La palabra es el medio usado
por Dios para traer salvación al hombre, el verbo se hizo carne, la palabra se
convirtió en físico y trajo esperanza a los que estábamos perdidos. La palabra
de Dios es poderosa, todo se sujeta a ella, ninguna voluntad humana puede
torcer la palabra que viene del cielo. A Dios sea toda la Gloria y el Poder,
por los siglos de los siglos, Amén.
AP
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