Job 37 - El poder de la palabra



"Escuchad atentamente el estruendo de su voz, y el rugido que sale de su boca. Bajo todos los cielos lo suelta, y su relámpago hasta los confines de la tierra. Tras él, ruge una voz; truena El con su majestuosa voz, y no retiene los relámpagos mientras se oye su voz. Maravillosamente truena Dios con su voz, haciendo grandes cosas que no comprendemos. Porque a la nieve dice: “Cae sobre la tierra”, y al aguacero y a la lluvia: “Sed fuertes.”"

El poder de un rey está en la palabra, lo que el pronuncia se hace, el rey no necesita hacer nada, todos sus siervos obedecen a partir de su palabra, lo que pronuncia se convierte en realidad, sus deseos son órdenes y únicamente tiene que hablar para que todos se pongan a hacer y cumplir sus deseos. El poder del rey se encuentra en aquello que sale de su boca.

Mientras que cualquier rey humano necesita de su influencia ya sea por medio del cariño o del autoritarismo, Dios es diferente, Él hace a partir de su palabra, pero su propia palabra no necesita la voluntad de ninguna persona o cosa, su propia palabra tiene poder para hacer o deshacer, controla lo incontrolable, "escuchad atentamente el estruendo de su voz, y el rugido que sale de su boca. Bajo todos los cielos lo suelta, y su relámpago hasta los confines de la tierra. Tras él, ruge una voz; truena El con su majestuosa voz, y no retiene los relámpagos mientras se oye su voz. Maravillosamente truena Dios con su voz, haciendo grandes cosas que no comprendemos. Porque a la nieve dice: “Cae sobre la tierra”, y al aguacero y a la lluvia: “Sed fuertes.”"

¿Existirá algún hombre capaz de declarar que llueva y que realmente empiece a creer? ¿La palabra dicha por alguna persona será capaz de cambiar el clima o alargar un día? No, pero la palabra de Dios, lo que sale de su boca es poder, poder para poner orden en el caos, como sucede en el primer día de la creación, su palabra da vida a plantas y animales, crea estrellas, vías láctias y galaxias, su palabra abrió mares y separó las aguas de los ríos, fue su palabra la que sanó ciegos, mudos y paralíticos.

Juan empieza su evangelio recalcando el poder de la palabra de Dios, "en el principio era el verbo, y el verbo era con Dios y el verbo era Dios." La palabra es el medio usado por Dios para traer salvación al hombre, el verbo se hizo carne, la palabra se convirtió en físico y trajo esperanza a los que estábamos perdidos. La palabra de Dios es poderosa, todo se sujeta a ella, ninguna voluntad humana puede torcer la palabra que viene del cielo. A Dios sea toda la Gloria y el Poder, por los siglos de los siglos, Amén.


AP

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