Job 9 - El ganador es... Dios



"En verdad yo sé que es así, pero ¿cómo puede un hombre ser justo delante de Dios? Si alguno quisiera contender con El, no podría contestarle ni una vez entre mil. Sabio de corazón y robusto de fuerzas, ¿quién le ha desafiado sin sufrir daño?"

Se acerca la ceremonia de los Oscars y con ella la gran fiesta del cine mundial, donde las mejores películas americanas copan las luces y las nominaciones para varios premios. Sin duda el nombre que centra todas las portadas es el de Leonardo di Caprio, parece que por fin logrará la estatuilla que tanto se le resiste en los últimos años. Si tuviese que nombrar tres cosas características de estos premios sin duda empezaría con la estatuilla, seguiría con la alfombra roja y acabaría con la más que famosa frase "and the winner is..." (el ganador es...). En toda España resonó el grito de Penélope Cruz de ¡¡PEDRO!! al lograr Pedro Almodóvar el Oscar a mejor película extranjera, hace ya muchos años.

A las personas nos encanta esto de hacer rankings, de premiar a los mejores, que destacar a una persona por encima de otra, nos encanta hacer esto, pero nos gusta más aun recibirlo nosotros, a todos nos gusta que se nos reconozca nuestro trabajo y que todos vean lo buenos y lo bien que hacemos las cosas. Todos queremos ganar y triunfar en la vida, pero no siempre se puede lograr este objetivo, ante esto encontramos muy coherentemente las palabras de Job "En verdad yo sé que es así, pero ¿cómo puede un hombre ser justo delante de Dios? Si alguno quisiera contender con El, no podría contestarle ni una vez entre mil. Sabio de corazón y robusto de fuerzas, ¿quién le ha desafiado sin sufrir daño?"

Entender que la voluntad de Dios es perfecta, es comprender que Dios siempre será el ganador, que por mucho que el hombre se esfuerce, sus fuerzas serán en vano, flaqueará y fracasará. Ir en contra de la voluntad divina nos provee de un fracaso asegurado, ¿acaso se equivocará Dios en sus designios? ¿Habrá algún hombre que pueda discutir con Él y salir victorioso? Dios tuerce la voluntad del hombre más poderoso, como sucedió con Faraón, a Dios le importa más su gloria que la vida de cualquier hombre, su propio nombre es el primer y mayor amor de Dios, es el motor de sus acciones y designios.

Dios hace todo por amor de su nombre y alabanza de su gloria. "En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo. En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria." Que necio es pensar que el hombre sea algo en referencia a Dios, creer que sus designios puedan variar por una situación humana. Dejemos de contender con Dios, de reclamarle y creer que Él es nuestro siervo, simplemente caminemos en su voluntad, amemos su santidad y busquemos su rostro diariamente.


AP

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