"Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han
sido perdonados por su nombre. Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis
al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis
vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al
Padre. Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde
el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la
palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno. "
Entre los cristianos hay una
pregunta que puede rondar en nuestra cabeza, ¿cuál es la edad ideal para seguir
a Cristo? Si preguntásemos a un niño, nos diría que no es el mejor momento, al
fin y al cabo, es inocente, y todo esto de la fe es demasiado complejo,
demasiado profundo, es la edad de pasarlo bien, no es un buen momento. Si preguntásemos
a un adolescente nos podría explicar que está en un proceso de mucho cambio, es
inmaduro e inestable, está acabando sus estudios secundarios y debe sacar buenas
notas para poder ir a la universidad, sin duda este no es el momento. Si hablásemos
con un joven, la razón que nos daría es que ahora debe centrarse en la
universidad, buscar su primer trabajo y al hombre o la mujer de su vida, ya
tendrá tiempo cuando pase los treinta, no es un buen momento. Si hablásemos con
un adulto, nos comentaría lo duro que es trabajar, ganar dinero para pagar las
deudas de coche, casa, tarjetas de crédito y además mantener una familia, no
queda tiempo para seguir a Cristo. Llegamos a los ancianos, los cuales ya
desgastados por los pasos de los años, nos explicarían los sufrimientos que la
vida les ha traído, lo cansados que están y que ya no les queda mucho de vida,
seguir a Cristo es para gente más joven y con vitalidad, no es un buen momento.
De esta manera, nos
encontramos que la vida en general no es un buen momento para seguir a Cristo,
cada etapa trae unas razones verdaderas y de peso para no tener tiempo. Pero
Juan en su propósito de que nuestro gozo sea completo quiere recordarnos que la
edad no tiene nada que ver con seguir a Cristo. "Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han
sido perdonados por su nombre. Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis
al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis
vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al
Padre. Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde
el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la
palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno."
Veamos que les dice a cada uno de los grupos:
- "Hijos, vuestros pecados os han sido perdonados por su
nombre." "Porque habéis conocido al Padre" Dos cosas quiere
decirles a los niños, la primera que sus pecados han sido perdonados por el
nombre de Cristo, esto da certeza de la predestinación y de que aquellos que
son salvos los pecados de sus vidas han sido cargados en la cruz, aun cuando
todavía no se han arrepentido, esos pecados ya están borrados del acta que
había contra nosotros. La segunda es que han conocido al Padre, ¿quién mejor
que un niño para creer en Dios? "Jesús dijo: y dijo: En verdad os digo que
si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos."
Probablemente ningún niño lea esto, pero no son demasiado pequeños para seguir
a Cristo.
- "Jóvenes sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en
vosotros, y habéis vencido al maligno." La juventud es el momento de
la vitalidad, el momento de tomar las decisiones de la vida, el momento de
estudiar y sin duda el mejor momento para sumergirse en la palabra de Dios, es
el instante clave para asimilar la profundidad del mensaje bíblico y cuando el
joven se llena de la Palabra de Dios llegan las victorias espirituales, la
lucha contra su carne, contra las tentaciones de la vida y también de Satanás y
finalmente sale victorioso.
- "Padres conocéis al que es desde el principio". Padres,
habéis crecido, habéis pasado la niñez y la juventud, habéis madurado y vuestro
conocimiento de lo espiritual es algo más que experiencias, vuestras oraciones
y tiempo dedicado a la Biblia, os han hecho conocer a Dios, conocer a Cristo,
vuestra serenidad os permite reflexionar y profundizar en Él, y ahora os toca
transmitir vuestro profundo conocimiento a niños y nietos. Sed hacedores del
bien y vividores de la Palabra.
No importa la edad, nunca es
demasiado pronto para que comencemos a seguir a Cristo, síguele
independientemente de tu edad y entonces tu gozo será completo.
AP
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