"Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se
manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él
avergonzados. Si sabéis que él es justo, sabed también que todo el que hace
justicia es nacido de él. Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos
llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a
él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos
de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él,
porque le veremos tal como él es."
Viendo una serie de televisión
de ficción sobre cuentos, para explicar la historia del mito de Hércules y su tío
Hades, han creado un lugar llamado el Inframundo. En este sitio van aquellas
personas que mueren todavía tienen cuentas pendientes que solucionar y no lo
podrán abandonar hasta que estas situaciones que no han finalizado queden
resueltas. Por supuesto todo esto es ficción, pero sí que trae a la mente la
idea de cosas que antes de morir queremos o debemos hacer.
Todos tenemos planes y
objetivos en la vida que antes de morir nos gustaría hacer, tener una familia,
un casa, un coche, una estabilidad, en ocasiones podemos perder la vista de lo
realmente importantes "y ahora,
hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza,
para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados. Si sabéis que él es
justo, sabed también que todo el que hace justicia es nacido de él. Mirad cuál
amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el
mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. Amados, ahora somos hijos de
Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando
él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es."
Es bueno que tengamos
ilusiones y planes en la vida, pero debiéramos tener cuidado y no olvidar cual
es verdaderamente nuestra esperanza, Pablo escribe “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen,
para que no os entristezcáis como los que no tienen esperanza. Porque si
creemos que Jesús miró y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que
durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros
que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a
los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel,
y con trompeta de Dios, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo
resucitarán primero. Luego nosotros los que hayamos quedado, seremos arrebatados
juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así
estaremos siempre con el Señor.”
Esta es la esperanza que está
guardada para nosotros, como un depósito, como algo que nos pertenece, esta
promesa es cierta y real, nadie nos la podrá quitar, ya sea que muramos o
vivamos, sea como sea, nos juntaremos con Cristo en las nubes, esta era la
esperanza que hacía vivir a los colosenses y que debiera hacer que cada día nos
levantásemos con el anhelo de reencontrarnos con nuestro Señor en los cielos.
No debiéramos tener cuentas pendientes en este mundo, nada que nos ate, nuestra
esperanza no debiera ser ni el dinero, la familia o el trabajo, esto en
realidad puede quitarnos el gozo, pero nuestro gozo será completo cuando
tengamos claro que nuestra verdadera esperanza es la del reencuentro con Cristo
en los cielos.
AP
Comentarios
Publicar un comentario