1ª Juan 2:3-6 - Eres hijo de Dios porque guardas sus mandamientos



"Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo. "

En la sexta, los fines de semana hacen un programa llamado piso compartido, en este programa muestran algunos pisos en los que viven tres o cuatro personas las cuales comparten piso y corren con los gastos. La verdad es que viendo el programa parece que compartir piso es lo mejor del mundo, es todo paz y harmonía, pero nada más lejos de la realidad, para poder convivir de manera decente son necesarias unas series de normas que velen por el bienestar de cada uno de los inquilinos y para que cada uno tengas sus responsabilidades respecto al resto, sino todo acaba convirtiéndose en un verdadero caos.

Si para vivir en comunidad, ya sea en un piso, ya sea una familia o simplemente convivir con compañeros de trabajo, hacen falta unas normas que hagan que todos convivan en las mismas condiciones sin que uno quede por encima de otro. En el cristianismo ocurre exactamente lo mismo, existen unas normas y mandamientos, los cuales si no los guardamos, demuestra que no podemos vivir en comunión con Dios, es decir, "y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo. "

¿Se trata el cristianismo de cumplir una serie de normas y doctrinas para ganarse el cielo? No, todo lo contrario, "todas nuestras obras son como trapos de inmundicia", es decir, todos nuestros esfuerzos son basura para Dios, no valen de nada, guardar los mandamientos divinos no es un tema legal, ni siquiera de obediencia, es una muestra de amor a Dios. Igual que dejamos de hacer ciertas cosas o hacemos otras que no nos gustan por amor a nuestras parejas, igualmente el amor a Dios produce en nosotros amar sus mandamientos, no por el mandamiento en sí, sino por el legislador que lo ha creado.

La evidencia de que somos hijos de Dios, es que amamos lo mismo que el Padre ama, que deseamos lo mismo que el Padre desea y que caminamos siguiendo las pisadas que Cristo dejó. No tiene ningún sentido decir que pertenecemos a Dios si andamos de manera diferente a la que Él ha indicado, si nuestra vida se rige por principios diferentes a los que rigen la voluntad de Dios o si amamos el pecado que Él odia, ya que haciendo esto, lo que realmente hacemos en convertirnos en enemigos de la voluntad de Dios, y por mucho que digamos que le amamos, la realidad es que mentimos y fallamos. ¿Cuál es el amor que tenemos a Dios? ¿Preferimos nuestro bienestar y placer en el pecado o por el contrario anhelamos que Cristo sea glorificado aunque nos suponga una vida "peor"? Si el amor de Dios está en nosotros andaremos en sus caminos, guardaremos sus mandamientos y esto producirá que nuestro gozo sea completo, porque viviremos, respiraremos y todo lo haremos para la gloria de Dios.

AP


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