"Hermanos, no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento
antiguo que habéis tenido desde el principio; este mandamiento antiguo es la
palabra que habéis oído desde el principio. Sin embargo, os escribo un
mandamiento nuevo, que es verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas
van pasando, y la luz verdadera ya alumbra. El que dice que está en la luz, y
aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su hermano,
permanece en la luz, y en él no hay tropiezo. Pero el que aborrece a su hermano
está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las
tinieblas le han cegado los ojos."
En esta vida tenemos muchas
elecciones que hacer, elegimos la ropa que vestiremos, elegimos donde vivimos,
nuestro trabajo, nuestros amigos, los muebles, las películas que vemos, la vida
está llena de elecciones, las cuales como las tomemos afectarán muy
probablemente en lo que vivimos. Pero también hay muchas cosas que no elegimos,
no elegimos si vamos a ser altos o bajos, no elegimos si se nos van a dar bien
los deportes, si tendremos facilidad para estudiar, no elegimos si va a llover
o va a hacer sol y tampoco elegimos a nuestra familia. Nadie puede escoger a
sus padres o sus hijos, nadie puede escoger a sus abuelos, nadie puede escoger
a sus hijos, ni siquiera en una adopción se escoge a un hijo por su carácter,
nadie puede escoger a sus hermanos, primos
tíos, estos vienen de serie con la vida.
Y si en lo carnal no tenemos
elección de familia, mucho menos en el aspecto espiritual donde el Padre ha
escogido a sus hijos y nosotros tenemos tantísimos hermanos. En el propósito de
Juan de que nuestro gozo sea completo nos presenta como debe ser nuestra
relación con nuestros hermanos, "hermanos,
no os escribo mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que habéis tenido
desde el principio; este mandamiento antiguo es la palabra que habéis oído
desde el principio. Sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo, que es
verdadero en él y en vosotros, porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera
ya alumbra. El que dice que está en la luz, y aborrece a su hermano, está
todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no
hay tropiezo. Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en
tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos.
"
Aquí Juan está apuntando al
resumen de la ley, amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, veamos
algunas cosas al respecto:
- Amar al hermano es pasar por alto las ofensas: "Sobre todo, sed
fervientes en vuestro amor los unos por los otros, pues el amor cubre multitud
de pecados." "La discreción del hombre le hace lento para la ira, y
su gloria es pasar por alto una ofensa." Parte de la muestra de amor a
los hermanos es la de pasar por alto el pecado y las ofensas, las cuales todos
cometemos cada día. Es algo habitual las discusiones y enfados entre hermanos,
debieramos esforzarnos en la paciencia los unos con los otros, como Cristo tuvo
paciencia de nosotros.
- Amar al hermano es confrontarle con sus ofensas: ¿Qué pasa cuando
un hermano peca? "Y si tu hermano
peca, ve y repréndelo a solas; si te escucha, has ganado a tu hermano." La
confrontación ante el pecado debiera ser algo normal entre nosotros, en
ocasiones no se pueden pasar por alto los errores y toca confrontar al hermano
con sus fallos, y si nos escucha, literalmente estamos salvando a nuestro
hermano de una vida de pecado y desenfreno, no que nuestras palabras le salven,
sino que le llevaremos al arrepentimiento y Cristo será el que le perdone.
- Amar al hermano es suplir sus necesidades básicas: "Si un
hermano o una hermana no tienen ropa y carecen del sustento diario, y uno de
vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais lo
necesario para su cuerpo, ¿de qué sirve?" "Entonces los justos le
responderán, diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer,
o sediento, y te dimos de beber?... ...Respondiendo el Rey, les dirá: En verdad
os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más
pequeños, a mí lo hicisteis." Conocer y suplir las necesidades de los
demás es una muestra de amor imprescindible, no debiera pasar que un hermano
pase necesidad y simplemente lo ignoremos, es más, la suplir su necesidad es
como si se lo hiciésemos a Cristo.
Estas tras muestras de amor,
son solo tres de las muchas que la Biblia muestra, pero algo está claro, el que
es hijo de Dios se preocupa por sus hermanos, los ama y al hacerlo recibe
confirmación de que es hijo de Dios, su gozo se completa, no por su propio
bienestar, sino por glorificar a Dios, y mantengamos siempre en mente algo
importante, "mas bienaventurado es dar que recibir."
AP
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