1ª Juan 4:14-17 - Eres hijo de Dios porque testificas



"Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo. Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo."

Las buenas noticias son para contarlas, lograr acabar una carrera universitaria, conseguir un mejor trabajo, comprarse un piso o simplemente lograr un éxito es motivo suficiente para compartir con aquellos a quienes queremos. Es más, es probable que no si nos enteramos que alguien a quien nosotros queremos, recibe algo bueno y no lo comparte con nosotros, podemos llegar incluso a decepcionarnos. Es fantástico compartir con otros lo bueno que nos pasa, poder reír y disfrutar juntos de la vida.

Contamos cuando ocurre algo bueno en nosotros a nivel secular, explicamos a los demás cristianos cuando algo espiritual ocurre, pero dejamos de compartir lo que Dios ha hecho en nuestras vidas con otros que no creen como nosotros. ¿Debemos hablar de Dios a otros? "Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo. Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo."

¿Porque nos callamos las buenas noticias? Más que buenas me atrevería a decir las mejores cosas que nos han podido pasar. Tengo compañeros que no dudan en hablar de lo maravilloso que es el yoga, la meditación, los estiramientos que hacen y la astrología y la lectura de cartas del tarot. Escucho hablar de clases de body pump, body kombat y otras modalidades de clases de gimnasio que me gustaría practicar, escucho de series, películas o videojuegos y me llama la atención y yo simplemente oculto la mejor noticia del mundo que "el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo. Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios."

Las primeras cosas no me llaman la atención, es más huyo de ellas, no quiero abrir puertas espirituales que me traigan problemas, lo demás me llama la atención, los beneficios que tienen y mientras me guardo la mejor noticia que debería darles a mis compañeros. Ponemos las excusas de la vergüenza, de que no valemos, que nos van a rechazar, pero tras estas promesa, la realidad es que hemos dejado de creer que Dios puede transformar un corazón, que Cristo es el que reconcilia en la cruz a los enemigos con Dios, hemos dejado de creer que Dios hoy sigue siendo poderoso y que "la fe viene por el oír, por el oír la palabra de Dios". Hemos olvidado el poder del evangelio. Llegará el día en que estemos ante el juez y aquellos digan, ellos no nos avisaron, no nos dieron la mejor noticia que podían darnos. ¿Cuánto más estaremos sin testificar de Cristo? El gozo de Dios se completa cuando compartimos aquello que ha cambiado nuestras vidas por completo.

AP


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