"Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y
todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por
él. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y
guardamos sus mandamientos. Pues éste es el amor a Dios, que guardemos sus
mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos."
Las personas tenemos una característica
común, todos necesitamos sentirnos parte de un grupo. Ya sea por nuestros
gustos, nuestros intereses, nuestros pensamientos políticos, o cualquier otra
cosa que nos hace estar unidos. Esto puede traer unión entre dos personas
aparentemente diferentes o que aquellos que formen parte del grupo dejen fuera
a los que no tengan nada que ver con ellos. Sea como sea, lo que queda claro es
que todos necesitamos formar parte de un grupo y para serlo necesitamos a
otros.
Esto no solamente ocurre en
cuanto a nuestras amistades, también a nivel cristiano, hay algo que nos une y
nos hace ser parte del mismo grupo, "todo
aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama
al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él. En esto
conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus
mandamientos. Pues éste es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y
sus mandamientos no son gravosos."
La unidad entre los cristianos
no es que asisten a una iglesia, no es que hacen caridad, no es que tienen
reuniones, la unión únicamente radica en que todos los cristianos creen
realmente que Jesús es el Cristo y que Él es el Hijo de Dios. Creer esto nos
convierte automáticamente en hijos de Dios, y como hijos, somos los hermanos
pequeños de Cristo, "porque a los
que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la
imagen de su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos".
Cuando formamos parte de este
grupo debemos vivir y comportarnos como nuestro hermano mayor se comportó, "vosotros sois mis amigos si hacéis lo
que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace
su señor; pero os he llamado amigos, porque os he dado a conocer todo lo que he
oído de mi Padre. Vosotros no me escogisteis a mí, sino que yo os escogí a
vosotros, y os designé para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto
permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo
conceda." Esta es nuestra unidad, que hacemos lo que Dios nos manda, y
esto nos convierte en sus amigos. Nuestro gozo se completa cuando creemos que
Jesús es el Hijo de Dios, que murió y que resucitó.
AP
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