1ª Juan 5:14-15 - Eres hijo de Dios porque confías en su voluntad



"Y ésta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. "

La gran debilidad de un niño es sin duda su incapacidad de autoabastecerse, necesitan de un adulto para hacer cualquier cosa, para vestirse, para alimentarse, para conseguir dinero para comprar, para adquirir conocimiento, etc. Ellos son totalmente dependientes de otros, no pueden vivir de formar totalmente independiente, siempre necesitarán de otros y por eso se vuelven expertos en la manipulación y en pedir para conseguir aquello que quieren y sin duda harán todo lo posible para hacerlo y lograrlo.

Eso si, por listo que sea un niño, más listo será el adulto y solamente le dará aquello que le convenga y sea bueno para él. Conforme crecemos nos volvemos más independientes, empezamos a no depender de otros para lograr lo que queremos, sino que nosotros mismos lo podemos conseguir y esto nos crea un problema y una ventaja a la hora de pedir a Dios. Pero hay algo que debe ser un apoyo en nuestras vidas, "y ésta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. "

Cualquier padre se ocupará de darlo a su hijo solo aquello que es bueno, igualmente esto debe producir en nosotros confianza, debemos asimilar que Dios solo nos va a dar aquello que sea conforme a su voluntad, por eso es tan importante que antes de pedir sepamos encontrar en la Biblia si realmente es voluntad de Dios lo que pedimos o simplemente son nuestros propios deseos.

Que importante es pensar acerca de aquello que glorificará a Cristo, este es el objetivo de todo lo que existe, que el nombre de Cristo sea glorificado, igualmente en nuestras oraciones no debiéramos ser nosotros los beneficiados, sino que Cristo sea glorificado, este es el gran propósito, la gran meta, el objetivo de todo hijo de Dios, orar para que las respuestas no nos satisfagan a nosotros, sino que muestren las riquezas y la belleza de Dios. En esto nuestro gozo se completa, en que sabemos que al pedir conforme a la voluntad de Dios nuestras oraciones reciben la respuesta. Leamos la Biblia y estudiémosla, busquemos la voluntad de Dios en ella y pidamos conforme a la misma, solo así nuestra oración tendrá poder.


AP

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