Job 38 - La ridiculez humana ante la inmensidad divina



"Entonces el Señor respondió a Job desde el torbellino y dijo: ¿Quién es éste que oscurece el consejo con palabras sin conocimiento? Ciñe ahora tus lomos como un hombre, y yo te preguntaré, y tú me instruirás."

Se cuenta que en una ceremonia de clausura hace unos cuantos años, el profesor que se encargaba de hacer el discurso de despedida del año, empezó a hablar acerca de Shakespeare, y en ver de pronunciarlo correctamente, lo leyó tal cual se escribe, como si fuese una palabra española. De repente las risas comenzaron a aparecer, el murmullo se convirtió en carcajadas, ¿como un profesor podía cometer semejante error? Él debía conocer como se pronuncia Shakespeare, no podía cometer este error. Ante esta situación, el profesor se puso serio y les dijo algo como: "Ya que sabéis tanto, no tendréis ningún inconveniente en que haga todo el discurso en inglés", y así lo hizo. En este tiempo no era habitual que los estudiantes tuviesen un buen nivel de inglés como hoy en día y la gran mayoría no se enteraron absolutamente de nada.

En la vida todos podemos sentirnos como estos estudiantes, creer que sabemos mucho, que somos muy espirituales, pero llegará el día en que alguien nos contestará y nos cerrará la boca. Job estaba en esa circunstancia, está empezando a ser soberbio y Dios, estaba preparado para volverle a la tierra, "entonces el Señor respondió a Job desde el torbellino y dijo: ¿Quién es éste que oscurece el consejo con palabras sin conocimiento? Ciñe ahora tus lomos como un hombre, y yo te preguntaré, y tú me instruirás."

Que necio era Job, pensó que sabía mucho y que era muy listo, pero Dios tenía preparada una buena serie de preguntas que iban a ridiculizar a Job e iban a exaltar a Dios. Dios no soporta a los soberbios y Job se estaba convirtiendo en uno de ellos, él pensaba que sabía mucho, pero iba a quedarle demostrado que no era así, que ante Dios nada tenía que hacer.

Qué gran realidad es esta, que error es creer que sabemos mucho sobre cualquier cosa y peor aún es alardear de esto, ¿acaso somos las personas más inteligentes del mundo? Y la cosa se pone peor cuando nuestros pensamientos son acerca de Dios, mayor es la soberbia y mayor será la humillación por parte de Dios. ¿Acaso sabremos nosotros más que el creador y el diseñador? ¿Podremos dar alguna explicación a Dios de cómo funcionan las cosas cuando Él es el que las ha creado y todo se sustenta en Él? Antes bien vayamos con humildad ante Dios, como el que no sabe nada, rogando que nos enseñe y nos instruya, con la mente abierta para entender e interiorizar todo lo que viene de parte de Dios.


AP

Comentarios