Rut 1 - Ley vs gracia

"Y ellas alzaron sus voces y lloraron otra vez; y Orfa besó a su suegra, pero Rut se quedó con ella. Entonces Noemí dijo: Mira, tu cuñada ha regresado a su pueblo y a sus dioses; vuelve tras tu cuñada. Pero Rut dijo: No insistas que te deje o que deje de seguirte; porque adonde tú vayas, iré yo, y donde tú mores, moraré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú mueras, allí moriré, y allí seré sepultada. Así haga el Señor conmigo, y aún peor, si algo, excepto la muerte, nos separa. Al ver Noemí que Rut estaba decidida a ir con ella, no le insistió más."

El concepto gracia es uno de los más utilizados para hablar acerca de la salvación, pero también es bastante ambiguo. Entendemos por gracia el hecho de dar un regalo inmerecido a otra persona y la gracia tiene algunas características, al ser inmerecido no puede ser reclamado, nadie puede recriminar a otra persona que no haya tenido gracia con ella, pero no solo esto, la gracia también es libre, es decir, aquel que tiene gracia con otro es libre de tener gracia o no tenerla.

La historia de Noemí y de Rut surge en un momento de una gran crisis espiritual en Israel, en el tiempo en que cada uno hacía lo que bien le parecía y así hizo Elimelec, desobedeció la ley de Dios y se fue a vivir a Moab, donde él y sus hijos murieron y de vuelta encontramos una conversación entre Rut y su suegra Noemí. "Y ellas alzaron sus voces y lloraron otra vez; y Orfa besó a su suegra, pero Rut se quedó con ella. Entonces Noemí dijo: Mira, tu cuñada ha regresado a su pueblo y a sus dioses; vuelve tras tu cuñada. Pero Rut dijo: No insistas que te deje o que deje de seguirte; porque adonde tú vayas, iré yo, y donde tú mores, moraré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú mueras, allí moriré, y allí seré sepultada. Así haga el Señor conmigo, y aún peor, si algo, excepto la muerte, nos separa. Al ver Noemí que Rut estaba decidida a ir con ella, no le insistió más."

La ley declaraba que cualquier mujer cuyo marido muriera quedaba libre de su contrato matrimonial y por lo tanto libre de casarse con otro hombre y sin cometer adulterio. Ante esta realidad así actuó Orfa, aunque con dolor en su corazón por abandonar a Noemí, volvió a su casa, con su familia, con sus dioses paganos y en busca de una buena vida. Así es la ley, en ocasiones nos llena de derechos, pero acaba trayendo tristeza, cuando únicamente nos regimos por normas y además forzamos a otros a cumplirlas lo que acaba sucediendo es que nos aleja de Dios y nos vamos tras otros dioses.

En cambio en el otro extremo tenemos a Rut, en la misma tesitura que Orfa, la ley le daba libertad para irse, pero ella en cambio decide tener gracia con su suegra y acompañarle, en Rut hay una conversión. En toda esta historia de este capítulo, nosotros somos Noemí, personas desdichadas, desobedientes a Dios y sin ningún futuro, y Rut nos enseña las riquezas de Cristo; mientras la ley decía que debíamos ser abandonados como Noemí, Cristo tuvo gracia de nosotros y nos salvó, la ley nos condenaba, pero Él quiso darnos vida y rescatarnos. Para Noemí la gracia le dio vida y a cada uno de los que somos Hijos de Dios la gracia nos ha rescatado, transformado y salvado. La gracia siempre vencerá a la ley, en la cruz encontramos esa victoria.

AP



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