Salmo 119:105-112 - La Palabra que muestra el camino



"Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino. He jurado, y lo confirmaré, que guardaré tus justas ordenanzas. Estoy profundamente afligido; Señor, vivifícame conforme a tu palabra. Te ruego aceptes las ofrendas voluntarias de mi boca, oh Señor, y enséñame tus ordenanzas. En peligro continuo está mi vida, con todo, no me olvido de tu ley. Los impíos me han tendido lazo, pero no me he desviado de tus preceptos. Tus testimonios he tomado como  herencia para siempre, porque son el gozo de mi corazón. He inclinado mi corazón para cumplir tus estatutos por siempre, y hasta el fin."

Imagina que sales de acampada al bosque y te pierdes, la noche es cerrada, no hay nada de luz y los ruidos del viento y el crujir de las ramas te rodean, la oscuridad que te envuelve es cada vez mayor y necesitas no solo un refugio sino algo de luz. La respuesta rápida sería encender la linterna del móvil, y así lo haces, de repente en la oscuridad cerrada y absoluta un rayo de luz aparece y rompe la invisibilidad y trae una esperanza en la desesperación.

Esto es exactamente lo que hace la Biblia, "lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino. He jurado, y lo confirmaré, que guardaré tus justas ordenanzas. Estoy profundamente afligido; Señor, vivifícame conforme a tu palabra. Te ruego aceptes las ofrendas voluntarias de mi boca, oh Señor, y enséñame tus ordenanzas. En peligro continuo está mi vida, con todo, no me olvido de tu ley. Los impíos me han tendido lazo, pero no me he desviado de tus preceptos. Tus testimonios he tomado como  herencia para siempre, porque son el gozo de mi corazón. He inclinado mi corazón para cumplir tus estatutos por siempre, y hasta el fin."

Vivimos en un mundo gobernado y lleno de oscuridad, de peligros y de ataques enemigos, y en medio de esta realidad, todos necesitamos ser iluminados para poder encontrar el camino en medio de toda la oscuridad, no solo aquellos que no creen en Dios, sino los creyentes también, porque la oscuridad nos rodea a todos y necesitamos ser guiados para no perdernos del camino y Dios ha dejado una solución llamada Biblia para que la utilicemos como guía y lámpara.

El que quiera llegar al final del camino vivo necesita iluminarlo, es imposible alcanzar la meta sin la Biblia, es imposible conocer a Dios sin leerla, es imposible guardar las ordenanzas de Dios sin dedicarles tiempo, no podemos ser vivificados si no meditamos en el mensaje divino, nuestras ofrendas serán contrarias a Dios si no entendemos como la Biblia enseña que deben ser. La palabra nos guarda del peligro y es de vital importancia que sea nuestro primer encuentro en la mañana, de esta manera nuestro camino estará iluminado hasta que vayamos a dormir.


AP

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