Salmo 119:137-144 - La palabra que es pura



"Justo eres tú, Señor, y rectos tus juicios. Has ordenado tus testimonios con justicia, y con suma fidelidad. Mi celo me ha consumido, porque mis adversarios han olvidado tus palabras. Es muy pura tu palabra, y tu siervo la ama. Pequeño soy, y despreciado, mas no me olvido de tus preceptos. Tu justicia es justicia eterna, y tu ley verdad. Angustia y aflicción han venido sobre mí, mas tus mandamientos son mi deleite. Tus testimonios son justos para siempre; dame entendimiento para que yo viva."

Hay un mensaje claro en toda la ley que Dios le dio a Moisés, la pureza. Dios dejó muy claro en la ley que debían mantener la pureza, por eso les ordenó que no se mezclaran con otros pueblos, ni en negocios, ni en dioses, ni en matrimonio, hacer cualquier tipo de unión con otro pueblo era sin duda adulterio y un Dios que es celoso no iba a permitirlo. Pero algo hay que tener en cuenta, lo que Dios deseaba no era mantener la pureza de la raza judía, era mantener la fe en Dios.

Esta pureza impregna cada una de las páginas de la Biblia, "justo eres tú, Señor, y rectos tus juicios. Has ordenado tus testimonios con justicia, y con suma fidelidad. Mi celo me ha consumido, porque mis adversarios han olvidado tus palabras. Es muy pura tu palabra, y tu siervo la ama. Pequeño soy, y despreciado, mas no me olvido de tus preceptos. Tu justicia es justicia eterna, y tu ley verdad. Angustia y aflicción han venido sobre mí, mas tus mandamientos son mi deleite. Tus testimonios son justos para siempre; dame entendimiento para que yo viva."

Hay un mensaje vivo en la Biblia, no te mezcles, no adulteres, no te dejes ir tras otros dioses ni doctrinas, mantente firme en la fe, no te muevas de la pureza original y vive en la libertad que la gracia te ha regalado. Este es un mensaje claro, directo y actual del cual cada vez más muchos cristianos dejan de lado e ignoran por completo, se dejan guiar por doctrinas como la prosperidad o viven vidas entre la iglesia y el mundo, lo cual les convierte literalmente en tinieblas.

¡Cuidado! La palabra es muy pura, en ella no hay impureza, ni mancha, ¿la amas? ¿Te ves pequeño ante ella? ¿Luchas por guardarla? La ley de Dios es la verdad, nada fuera de ella puede aliviar el corazón humano, aunque encontrásemos alegría en muchas cosas nada puede producir el deleite de los mandamientos de Dios, ¿necesitas entendimiento para experimentarlo? Ruega a Dios que te lo de, solo la verdad te hará verdaderamente libre y si no puedes entenderla seguro, que si pides, Dios dará el entendimiento.


AP

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