"Bien has obrado con tu siervo, oh Señor, conforme a tu palabra.
Enséñame buen juicio y conocimiento, pues creo en tus mandamientos. Antes que
fuera afligido, yo me descarrié, mas ahora guardo tu palabra. Bueno eres tú, y
bienhechor; enséñame tus estatutos. Los soberbios han forjado mentira contra
mí, pero de todo corazón guardaré tus preceptos. Su corazón está cubierto de
grasa, pero yo me deleito en tu ley. Bueno es para mí ser afligido, para que
aprenda tus estatutos. Mejor es para mí la ley de tu boca que millares de
piezas de oro y de plata."
Un fenómeno que hoy en día está
muy de moda es el fenómeno fan, esto promueve el coleccionismo y tiene algo muy
curioso, cualquier producto que se coleccione se debe mantener en su embalaje
original, es casi un sacrilegio sacar una figura o un comic de su propia
envoltura, pierde valor y es sin duda una muestra de poca importancia.
La importancia que le damos a
las cosas sin duda se basa en el trato que le damos, cuanto más cuidamos algo
más demuestra que nos importa. "Bien
has obrado con tu siervo, oh Señor, conforme a tu palabra. Enséñame buen juicio
y conocimiento, pues creo en tus mandamientos. Antes que fuera afligido, yo me
descarrié, mas ahora guardo tu palabra. Bueno eres tú, y bienhechor; enséñame
tus estatutos. Los soberbios han forjado mentira contra mí, pero de todo
corazón guardaré tus preceptos. Su corazón está cubierto de grasa, pero yo me
deleito en tu ley. Bueno es para mí ser afligido, para que aprenda tus estatutos.
Mejor es para mí la ley de tu boca que millares de piezas de oro y de
plata."
Si las últimas palabras del
salmistas son cierta también en nosotros muchos podrían pensar que tener una
Biblia bien cuidada es un símbolo de amarla, pero en este aspecto es más bien
al contrario, una Biblia amada es una Biblia destrozada, sucia, con las páginas
rotas y la tapa desmontada, pintada, llena de anotaciones, de mil y un colores,
¿acaso no es lógico amar aquello que cambió nuestra vida?
Esto era habitual hace 10 o 15
años, todo cristiano tenía su Biblia destrozada, hoy, en cambio con la
aparición de las nuevas tecnologías parece que esto ha disminuido, o será que
es una buena excusa para no amarla ni usarla. ¡Qué alegría ver Biblias
destrozadas por su uso! Es un gozo ver como sigue habiendo gente que tiene
desgastada su espada de tanto usarla. Nos moriríamos si nos quitaran cualquiera
de nuestras pertenencias, pero ¿si perdiésemos nuestra Biblia sufriríamos
alguna clase de pérdida? Ojala la respuesta sea que sí, porque sin duda es la
palabra más valiosa que existe en el mundo.
AP
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