Salmo 119:81-88 - La Palabra que rescata



"Mi alma desfallece por tu salvación; en tu palabra espero. Mis ojos desfallecen esperando tu palabra, mientras digo: ¿Cuándo me consolarás? Aunque he llegado a ser como odre al humo, no me olvido de tus estatutos. ¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra mis perseguidores? Fosas me han cavado los soberbios, los que no están de acuerdo con tu ley. Todos tus mandamientos son fieles; con mentira me han perseguido; ¡ayúdame! Casi me destruyen en la tierra, mas yo no abandoné tus preceptos. Vivifícame conforme a tu misericordia, para que guarde el testimonio de tu boca."

El nombre de algunas personas nunca será conocido, anónimos que sin duda su historia merece ser recordada porque son verdaderos milagros. Genelle Guzman es una de estas personas cuyo nombre pasará desapercibido. Esta mujer de 45 años es una de las supervivientes del atentado de las torres gemelas en 11 de septiembre de 2001. Hoy en día tiene 2 hijas y son la alegría de su vida y el día del trágico atentado era una de las 14.154 personas que trabajaban en el WTC. Genelle ha pasado a la historia por ser la última superviviente rescatada tras 27 horas bajo los escombros. Genelle escribió un libro llamado "Un ángel entre los escombros" donde narra como un misterioso personaje llamado Paul le tendió la mano para salir de su situación. “He escrito este libro porque quería compartir con el mundo mi transformación. Soy una persona totalmente diferente. Antes sólo pensaba en divertirme, en ir de fiesta, pero la estancia entre los escombros cambió mi vida, encontré a Dios en el desastre. Ahora entiendo a mi madre cuando intentaba enseñarme el verdadero compromiso. Supe que no quería volver siendo la misma Genelle”.

Genelle está totalmente atrapada y en aquellos momentos rogaba a Dios una salida, rogaba por su salvación, esto recuerdan a las palabras del salmista "mi alma desfallece por tu salvación; en tu palabra espero. Mis ojos desfallecen esperando tu palabra, mientras digo: ¿Cuándo me consolarás? Aunque he llegado a ser como odre al humo, no me olvido de tus estatutos. ¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra mis perseguidores? Fosas me han cavado los soberbios, los que no están de acuerdo con tu ley. Todos tus mandamientos son fieles; con mentira me han perseguido; ¡ayúdame! Casi me destruyen en la tierra, mas yo no abandoné tus preceptos. Vivifícame conforme a tu misericordia, para que guarde el testimonio de tu boca."

El salmista necesitaba ser rescatado, se sentía desfallecer, su mundo se destruía y sus fuerzas desaparecían, buscaba consuelo y parecía no llegar, sus enemigos le presionaban, le atrapaban, no le dejaban tranquilo, su vida empezaba a perder el sentido, la persecución que sufría era tan grande que se sentía enterrado y clama por ayuda, y la busca y la encuentra, no llegó ninguna experiencia sobrenatural, no cayó fuego del cielo, si la fuerza de Sansón llegó a su cuerpo, su consuelo, su fuerza, su rescate fue la Palabra, los mandamientos de Dios, los preceptos, el testimonio, la Biblia.

En ocasiones buscamos experiencias sobrenaturales que nos libren y nos hagan andar por las nubes, buscamos grandes derramamientos del Espíritu en nuestras vidas para que volvamos a ser vivificados, este es el rescate que deseamos pero en ocasiones no es el que vendrá. Dios nos ha dejado nuestro rescate escrito en papel, cada palabra escrita en la Biblia es una palabra para ser rescatado cuando desfallecemos, una promesa a la que agarrarnos cuando todo se complica, un mandamiento que seguir y un camino por el que caminar. La Biblia nos muestra cual es el verdadero salvador y es quien nos da testimonio de que somos hijos de Dios, ella es nuestro rescate.


AP

Comentarios

Publicar un comentario