Salmo 119:89-96 – La Palabra preservada



"Para siempre, oh Señor, tu palabra está firme en los cielos. Tu fidelidad permanece por todas las generaciones, Tú estableciste la tierra, y ella permanece. Por tus ordenanzas permanecen hasta hoy, pues todas las cosas te sirven. Si tu ley no hubiera sido mi deleite, entonces habría perecido en mi aflicción. Jamás me olvidaré de tus preceptos, porque por ellos me has vivificado. Tuyo soy, Señor, sálvame, pues tus preceptos he buscado. Los impíos me esperan para destruirme; tus testimonios consideraré. He visto un límite a toda perfección; tu mandamiento es sumamente amplio."

Uno de los grandes propósitos de Satanás ha sido alejar al ser humano de la Biblia, en ella encontramos la revelación de Dios y el medio por el cual el hombre puede conocerle. Durante toda la historia el ataque a la Biblia ha sido claro y fuerte, en el año 303 D.C. el emperador Diocleciano prohibió a los cristianos adorar a Dios y ordenó quemar todas las Biblias escritas. Durante la revolución Francesa, Voltaire predijo que el cristianismo iba a ser borrado de la existencia y que la Biblia era un libro desacreditado que desaparecería. Ingersoll declaró que la Biblia dejaría de leerse en diez años, el filósofo Hume le dio veinte años de vida al cristianismo, Paine, el más grande agnóstico predijo que en 5 años sería imposible encontrar una Biblia en Estados Unidos. Todo esto ha quedado en nada al ver que hoy en día la Biblia es el libro más vendido en el mundo.

Satanás y el ser humano, los grandes enemigos de Dios han intentado por muchos medios acabar con el mensaje divino y hasta ahora están perdiendo el partido por goleada, la Palabra de Dios nunca será destruida, "para siempre, oh Señor, tu palabra está firme en los cielos. Tu fidelidad permanece por todas las generaciones, Tú estableciste la tierra, y ella permanece. Por tus ordenanzas permanecen hasta hoy, pues todas las cosas te sirven. Si tu ley no hubiera sido mi deleite, entonces habría perecido en mi aflicción. Jamás me olvidaré de tus preceptos, porque por ellos me has vivificado. Tuyo soy, Señor, sálvame, pues tus preceptos he buscado. Los impíos me esperan para destruirme; tus testimonios consideraré. He visto un límite a toda perfección; tu mandamiento es sumamente amplio."

Vivir en un país como España donde tener una Biblia en casa es libre y donde los cristianos las tenemos de todos los estilos, portadas y traducciones produce en nosotros algo que no debiera suceder nunca, perdemos el interés en ella, lo habitual se convierte en aburrido y hace que dejemos de preocuparnos por leerla y dedicarle tiempo. Mientras tanto en países donde la Biblia es perseguida y su propietario corre el peligro de perder la vida se convierte en la propiedad más valiosa que una persona pueda tener. Satanás viendo la situación de nuestro país ha decidido dejar de intentar destruirla, únicamente nos ha dado placebos que nos hagan creer que no la necesitamos.

Pero hay algo que es maravilloso, ante nuestra frialdad e indiferencia ante la Biblia, aunque no le demos la importancia que tiene ni dediquemos el tiempo que deberíamos, podemos tener la certeza que Dios la va a preservar, que Él es el que lucha, no es nuestra pelea defender la palabra de Dios sino estudiarla, no es nuestro trabajo evitar su exterminación sino guardarla en nuestros corazones, ella será preservada, Dios ha creado todo y todo se sustenta en Él, Cristo es el motivo de la creación y su Palabra la que creó todo. Disfrutemos de la posibilidad de disfrutar de la revelación que Dios nos ha dado y alimentemos nuestra alma con ello cada día.


AP

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