"Y añadió Faraón: Mirad, el pueblo de la tierra es ahora mucho, ¡y vosotros queréis que ellos cesen en sus labores! Aquel mismo día, dio órdenes Faraón a los capataces que estaban sobre el pueblo, y a sus jefes, diciendo: Ya no daréis, como antes, paja al pueblo para hacer ladrillos; que vayan ellos y recojan paja por sí mismos. Pero exigiréis de ellos la misma cantidad de ladrillos que hacían antes; no la disminuyáis en lo más mínimo. Porque son perezosos, por eso claman, diciendo: "Déjanos ir a ofrecer sacrificios a nuestro Dios." Recárguese el trabajo sobre estos hombres, para que estén ocupados en él y no presten atención a palabras falsas."
Esta misma semana leí un artículo en la página web protestante digital sobre un grupo de evangelismo llamado Beach Mission, que habían venido para hacer evangelismo en la ciudad junto a la iglesia de Blanes. La noticia explicaba como la policía decidió multarles con 250€ de multa por ser publicidad. Actualmente esta multa esta recurrida y a la espera de resolución.
Obedecer a Dios no siempre nos ofrece el resultado deseado, como pasó en Egipto, "Y añadió Faraón: Mirad, el pueblo de la tierra es ahora mucho, ¡y vosotros queréis que ellos cesen en sus labores! Aquel mismo día, dio órdenes Faraón a los capataces que estaban sobre el pueblo, y a sus jefes, diciendo: Ya no daréis, como antes, paja al pueblo para hacer ladrillos; que vayan ellos y recojan paja por sí mismos. Pero exigiréis de ellos la misma cantidad de ladrillos que hacían antes; no la disminuyáis en lo más mínimo. Porque son perezosos, por eso claman, diciendo: "Déjanos ir a ofrecer sacrificios a nuestro Dios." Recárguese el trabajo sobre estos hombres, para que estén ocupados en él y no presten atención a palabras falsas."
Este fue el resultado de la obediencia a Dios, castigo, mayor trabajo y más dureza y produjo el efecto deseado, fatiga, desanimo y queja, tanto por parte de los trabajadores como por parte de Moisés. ¿Había fracasado Moisés en su misión? No, todo se estaba preparando para que el poder de Dios se manifieste.
Cuántas veces da la sensación que todo el trabajo evangelistico no trae ningún fruto, que no hay cambios, que solo encontramos dureza, pero no es así, esta misma semana me explicaban de un chico el cual después de haber estado algún tiempo asistiendo a una iglesia, tras escuchar acerca del Salmo 23, al llegar a su casa oró a Dios y algo se rompió en su interior y se convirtió en una nueva persona. No desmayemos, sigamos transmitiendo las buenas noticias y podemos teber la certeza que Dios dará el crecimiento.
AP
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