"Mas
éstos blasfeman las cosas que no entienden, y las cosas que como animales
irracionales conocen por instinto, por estas cosas son ellos destruidos. ¡Ay de
ellos! Porque han seguido el camino de Caín, y por lucro se lanzaron al error
de Balaam, y perecieron en la rebelión de Coré. Estos son escollos ocultos en
vuestros ágapes, cuando banquetean con vosotros sin temor, apacentándose a sí
mismos; son nubes sin agua llevadas por los vientos, árboles de otoño sin
fruto, dos veces muertos y desarraigados; son olas furiosas del mar, que
arrojan como espuma su propia vergüenza; estrellas errantes para quienes la
oscuridad de las tinieblas ha sido reservada para siempre. De éstos también
profetizó Enoc, en la séptima generación desde Adán, diciendo: He aquí, el Señor
vino con muchos millares de sus santos, para ejecutar juicio sobre todos, y
para condenar a todos los impíos de todas sus obras de impiedad, que han hecho
impíamente, y de todas las cosas ofensivas que pecadores impíos dijeron contra
El. Estos son murmuradores, quejumbrosos, que andan tras sus propias pasiones;
hablan con arrogancia, adulando a la gente para obtener beneficio."
La sociedad de hoy en día nos
muestra en algunas ocasiones que se pueda hacer el mal y no haya ningún
castigo, que se puedan cometer delitos y si eres suficientemente inteligente
para cubrir tus pasos te vas a librar de cualquier posible condena que
realmente merecerías. Lo vemos en políticos, defraudadores de hacienda,
famosos, pero también en gente anónima que tras asesinar a una niña no pueden
ser condenados por falta de pruebas.
¿Ocurrirá lo mismo a nivel
espiritual? ¿Quedarán impunes aquellos que únicamente busca su beneficio y
tergiversar la verdad del evangelio? Realmente no, así lo expresa Judas, "mas éstos blasfeman las cosas que no
entienden, y las cosas que como animales irracionales conocen por instinto, por
estas cosas son ellos destruidos. ¡Ay de ellos! Porque han seguido el camino de
Caín, y por lucro se lanzaron al error de Balaam, y perecieron en la rebelión
de Coré. Estos son escollos ocultos en vuestros ágapes, cuando banquetean con
vosotros sin temor, apacentándose a sí mismos; son nubes sin agua llevadas por
los vientos, árboles de otoño sin fruto, dos veces muertos y desarraigados; son
olas furiosas del mar, que arrojan como espuma su propia vergüenza; estrellas
errantes para quienes la oscuridad de las tinieblas ha sido reservada para
siempre. De éstos también profetizó Enoc, en la séptima generación desde Adán,
diciendo: He aquí, el Señor vino con muchos millares de sus santos, para
ejecutar juicio sobre todos, y para condenar a todos los impíos de todas sus
obras de impiedad, que han hecho impíamente, y de todas las cosas ofensivas que
pecadores impíos dijeron contra El. Estos son murmuradores, quejumbrosos, que
andan tras sus propias pasiones; hablan con arrogancia, adulando a la gente
para obtener beneficio."
Y tristemente hoy hay muchos
de estos, muchos que ven en el evangelio una forma lucrativa de engañar, muchos
que utilizan a Dios para su propio beneficio, se dicen ser cristianos, tienen
fama y seguidos por muchos y sus palabras llegan a superar a las enseñanzas bíblicas,
sus pensamientos son puestos fuera de toda duda y practicamente se consideran
irrefutables. Por norma esta gente no se junta con los demás cristianos porque
son "especiales" cuando lo que buscan únicamente es su propio
beneficio y no ser descubiertos.
¡Cuánto cuidado tenemos que
tener! Qué fácil es ir tras aquellos que nos dicen lo que queremos oír,
aquellos que nos dan cierta libertad para que les sigamos o por el contrario lo
único que hacen es imponer leyes que nos atan a ellos, pareciendo que la
salvación de nuestras almas está en sus manos. Dios nos llamó a libertad, y
Cristo pagó el precio de nuestra libertad con su sangre. Es mentira que ningún
hombre pueda preservar nuestras almas, nadie puede darnos certeza de que Dios
hará una cosa u otra, mas bien todo lo contrario, el verdadero siervo de Dios,
acompañará a su compañeros en la peregrinación como uno más, no buscará su beneficio,
sino que con humildad y como siervo llevará a muchos a la cruz de Cristo sin
esperar nada a cambio. Ruega a Dios que te guarde de no marchar tras aquellos
que tergiversan la fe.
AP
Comentarios
Publicar un comentario