Judas 1:10-16 - Habrá juicio para los malvados



"Mas éstos blasfeman las cosas que no entienden, y las cosas que como animales irracionales conocen por instinto, por estas cosas son ellos destruidos. ¡Ay de ellos! Porque han seguido el camino de Caín, y por lucro se lanzaron al error de Balaam, y perecieron en la rebelión de Coré. Estos son escollos ocultos en vuestros ágapes, cuando banquetean con vosotros sin temor, apacentándose a sí mismos; son nubes sin agua llevadas por los vientos, árboles de otoño sin fruto, dos veces muertos y desarraigados; son olas furiosas del mar, que arrojan como espuma su propia vergüenza; estrellas errantes para quienes la oscuridad de las tinieblas ha sido reservada para siempre. De éstos también profetizó Enoc, en la séptima generación desde Adán, diciendo: He aquí, el Señor vino con muchos millares de sus santos, para ejecutar juicio sobre todos, y para condenar a todos los impíos de todas sus obras de impiedad, que han hecho impíamente, y de todas las cosas ofensivas que pecadores impíos dijeron contra El. Estos son murmuradores, quejumbrosos, que andan tras sus propias pasiones; hablan con arrogancia, adulando a la gente para obtener beneficio."

La sociedad de hoy en día nos muestra en algunas ocasiones que se pueda hacer el mal y no haya ningún castigo, que se puedan cometer delitos y si eres suficientemente inteligente para cubrir tus pasos te vas a librar de cualquier posible condena que realmente merecerías. Lo vemos en políticos, defraudadores de hacienda, famosos, pero también en gente anónima que tras asesinar a una niña no pueden ser condenados por falta de pruebas.

¿Ocurrirá lo mismo a nivel espiritual? ¿Quedarán impunes aquellos que únicamente busca su beneficio y tergiversar la verdad del evangelio? Realmente no, así lo expresa Judas, "mas éstos blasfeman las cosas que no entienden, y las cosas que como animales irracionales conocen por instinto, por estas cosas son ellos destruidos. ¡Ay de ellos! Porque han seguido el camino de Caín, y por lucro se lanzaron al error de Balaam, y perecieron en la rebelión de Coré. Estos son escollos ocultos en vuestros ágapes, cuando banquetean con vosotros sin temor, apacentándose a sí mismos; son nubes sin agua llevadas por los vientos, árboles de otoño sin fruto, dos veces muertos y desarraigados; son olas furiosas del mar, que arrojan como espuma su propia vergüenza; estrellas errantes para quienes la oscuridad de las tinieblas ha sido reservada para siempre. De éstos también profetizó Enoc, en la séptima generación desde Adán, diciendo: He aquí, el Señor vino con muchos millares de sus santos, para ejecutar juicio sobre todos, y para condenar a todos los impíos de todas sus obras de impiedad, que han hecho impíamente, y de todas las cosas ofensivas que pecadores impíos dijeron contra El. Estos son murmuradores, quejumbrosos, que andan tras sus propias pasiones; hablan con arrogancia, adulando a la gente para obtener beneficio."

Y tristemente hoy hay muchos de estos, muchos que ven en el evangelio una forma lucrativa de engañar, muchos que utilizan a Dios para su propio beneficio, se dicen ser cristianos, tienen fama y seguidos por muchos y sus palabras llegan a superar a las enseñanzas bíblicas, sus pensamientos son puestos fuera de toda duda y practicamente se consideran irrefutables. Por norma esta gente no se junta con los demás cristianos porque son "especiales" cuando lo que buscan únicamente es su propio beneficio y no ser descubiertos.

¡Cuánto cuidado tenemos que tener! Qué fácil es ir tras aquellos que nos dicen lo que queremos oír, aquellos que nos dan cierta libertad para que les sigamos o por el contrario lo único que hacen es imponer leyes que nos atan a ellos, pareciendo que la salvación de nuestras almas está en sus manos. Dios nos llamó a libertad, y Cristo pagó el precio de nuestra libertad con su sangre. Es mentira que ningún hombre pueda preservar nuestras almas, nadie puede darnos certeza de que Dios hará una cosa u otra, mas bien todo lo contrario, el verdadero siervo de Dios, acompañará a su compañeros en la peregrinación como uno más, no buscará su beneficio, sino que con humildad y como siervo llevará a muchos a la cruz de Cristo sin esperar nada a cambio. Ruega a Dios que te guarde de no marchar tras aquellos que tergiversan la fe.


AP

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