"No obstante, de la misma manera también estos hombres, soñando,
mancillan la carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las majestades
angélicas. Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo y disputaba
acerca del cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición
contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda."
En Barcelona tenemos el
privilegio, al menos así lo considero yo, de tener dos librerías especializadas
en literatura cristiana, en ellas podemos encontrar inmensidad de Biblias de
todos los tipos, tamaños, idiomas, versiones y tamaño de letras, incluso alguna
Biblia en audio, ideal para aquellas personas que por su edad ya no tienen la
posibilidad de leer. A parte de esto podemos encontrar clásicos del
cristianismo como el peregrino de John Bunyan o un compendio de sermones de
Spurgeon, pero hay una sección que me llama realmente la atención, la llamada
Guerra Espiritual.
Acerca de guerra espiritual
hay muchos libros, algunos de ellos son incluso manuales, no he leído algunos
pero sí que he escuchado alguna predicación acerca del tema y debo reconocer
que me produce recelo y hasta cierto punto me atrevería a decir que miedo,
porque se tergiversa la palabra escrita en la Biblia para crear una doctrina
falsa, y Judas también avisa sobre esto, "no
obstante, de la misma manera también estos hombres, soñando, mancillan la
carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las majestades angélicas. Pero
cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo y disputaba acerca del cuerpo
de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que
dijo: El Señor te reprenda."
¿Existe una guerra espiritual?
Sí y es clara, así nos la presenta Pablo, "Por
lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza. Revestíos con toda la armadura de Dios para
que podáis estar firmes contra las insidias del diablo. Porque nuestra lucha no
es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra
los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de
maldad en las regiones celestiales. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios,
para que podáis resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estar
firmes." Existe una guerra en el mundo espiritual y nosotros formamos
parte de ella, pero no es nuestra misión pelearla, sino tomar la armadura de
Dios, resistir y estar firme, Pedro también nos ofrece algo de luz sobre esta
guerra, "Sed de espíritu sobrio,
estad alerta. Vuestro adversario, el diablo, anda al acecho como león rugiente,
buscando a quien devorar. Pero resistidle firmes en la fe, sabiendo que las
mismas experiencias de sufrimiento se van cumpliendo en vuestros hermanos en
todo el mundo. Y después de que hayáis sufrido un poco de tiempo, el Dios de
toda gracia, que os llamó a su gloria eterna en Cristo, El mismo os
perfeccionará, afirmará, fortalecerá y establecerá." La palabra que
debe quedarse aquí en nuestras mentes es estad alerta y resistid.
No existe una guerra frontal
entre el cristiano y Satanás, y gracias a Dios que no lo permite, porque
cualquier hombre que se enfrentara a Satanás acabaría destrozado, pero en
cambio sí que existe una parte, "pero
Él da mayor gracia. Por eso dice: Dios resiste a los soberbios pero da gracia a
los humildes. Por tanto, someteos a Dios. Resistid, pues, al diablo y huirá de
vosotros. Acercaos a Dios, y Él se acercará a vosotros. Limpiad vuestras manos,
pecadores; y vosotros de doble ánimo, purificad vuestros corazones."
Este es el significado de la guerra espiritual, ni siquiera el arcángel Miguel
se atrevió a realizar una guerra frontal, sino que lo hizo a través del Señor,
igualmente nosotros, igual que en una guerra se espera al héroe para que
solucione todo y mientras que aparece solo se busca evitar la derrota, nosotros
en la guerra espiritual debemos permanecer, resistir y estar firmes, esperando
que Jesucristo sea el héroe que nos salve y nos libre. ¡Jesús es el Señor y el
vencedor y en Él es donde nosotros somos más que vencedores!
AP
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