Salmo 126 - Que grandes cosas ha hecho el Señor



"Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Sion, éramos como los que sueñan. Entonces nuestra boca se llenó de risa, y nuestra lengua de gritos de alegría; entonces dijeron entre las naciones: Grandes cosas ha hecho el Señor con ellos. Grandes cosas ha hecho el Señor con nosotros. Estamos alegres. Haz volver, Señor, a nuestros cautivos, como las corrientes del sur. Los que siembran con lágrimas, segarán con gritos de júbilo. El que con lágrimas anda, llevando la semilla de la siembra, en verdad volverá con gritos de alegría, trayendo sus gavillas."

El retorno a casa después de una larga estancia fuera de ella debe ser realmente placentero, aquellos que han pasado tiempo fuera de casa, por bueno que haya sido, sin duda podrán afirmar esto, nada como el hogar, nada como reencontrarse con amigos, familiares y personas queridas, con las que compartir las alegrías y tristezas sufridas.

Esto mismo sentían aquellos que volvían a Sion, "cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Sion, éramos como los que sueñan. Entonces nuestra boca se llenó de risa, y nuestra lengua de gritos de alegría; entonces dijeron entre las naciones: Grandes cosas ha hecho el Señor con ellos. Grandes cosas ha hecho el Señor con nosotros. Estamos alegres. Haz volver, Señor, a nuestros cautivos, como las corrientes del sur. Los que siembran con lágrimas, segarán con gritos de júbilo. El que con lágrimas anda, llevando la semilla de la siembra, en verdad volverá con gritos de alegría, trayendo sus gavillas."

Y nosotros, aquellos que hemos creído, podemos decir exactamente igual que ellos, "grandes cosas ha hecho el Señor con nosotros", porque realmente ha hecho grandes cosas en nuestras vidas, nos ha sanado, nos ha provisto, nos ha alimentado y nos ha mantenido, nos ha preservado y por encima y lo más importante de todo, nos ha salvado. Nos salvó de una eternidad incierta y lejos de Él, nos ha salvado de la esclavitud del pecado y ahora somos libres para andar en la luz, para vivir rectamente y en su justicia. ¡Grandes cosas ha hecho el Señor con nosotros!

Pero esto no acaba aquí, hay más y ante nosotros se plantea unas circunstancias importantes, aun no estamos todos, hay muchos que sigue vagando por las tinieblas, que siguen bajo esclavitud y que necesitan ser liberados y nuestra oración debe ser, como el salmista, "haz volver, Señor, a nuestros cautivos, como las corrientes del sur." Haz que nuestro gozo sea completo, no deseamos solo ser salvados nosotros, queremos ver a los que nos rodean salvos, ¡Haz grandes cosas con ellos también! No desmayemos, no nos cansemos de clamar por libertad para aquellos que siguen en esclavitud.

AP


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