"Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la
edifican; si el Señor no guarda la ciudad, en vano vela la guardia. Es en vano
que os levantéis de madrugada, que os acostéis tarde, que comáis el pan de
afanosa labor, pues Él da a su amado aun mientras duerme. He aquí, don del
Señor son los hijos; y recompensa es el fruto del vientre. Como flechas en la
mano del guerrero, así son los hijos tenidos en la juventud. Bienaventurado el hombre que de ellos tiene
llena su aljaba; no será avergonzado cuando hable con sus enemigos en la
puerta."
España es un país en el cual
la población cada vez es más mayor, su edad va envejeciendo y parece que no hay
expectativas que esto cambie, la sociedad ha mandado un mensaje claro, criar a
un niño no es factible ni económicamente, ni emocionalmente. Económicamente
porque el gasto de un niño es excesivamente grande para comprar ropa, pañales,
habitación, comida, etc. Emocionalmente porque tener un niño significa no
cubrir los caprichos personales y el cuidado personal de cada uno para
dedicarlo todo al niño. Vivimos en tiempos egoístas en los que nos importa más
nuestro bienestar y felicidad que poder tener descendencia, lo cual se
contrapone a lo que no muchos años atrás sucedía, donde familias podían tener
tres, cuatro, cinco o incluso más hijos sin ningún problema.
¿Es tener un hijo algo más
negativo que positivo? Así lo afirma la sociedad, pero ¿qué dice la Biblia al
respecto? "Si el Señor no edifica
la casa, en vano trabajan los que la edifican; si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vela la guardia. Es en vano que os levantéis de madrugada, que os
acostéis tarde, que comáis el pan de afanosa labor, pues Él da a su amado aun
mientras duerme. He aquí, don del Señor son los hijos; y recompensa es el fruto
del vientre. Como flechas en la mano del guerrero, así son los hijos tenidos en
la juventud. Bienaventurado el hombre
que de ellos tiene llena su aljaba; no será avergonzado cuando hable con sus
enemigos en la puerta."
En el principio Dios dio un
mandamiento a Adán, "Creó, pues,
Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los
creó. Y los bendijo Dios y les dijo: Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la
tierra y sojuzgadla." El mandamiento de Dios era el de multiplicarse,
el de tener hijos, y aquí no están bajo ningún pacto invalidado por la gracia,
es más la gracia siempre supera a la ley, por lo tanto esta es una realidad
también para hoy, seguimos con el deber de multiplicarnos.
Obviamente hay parejas que no
podrán hacerlo por problemas físicos, pero sin duda la actitud del corazón es
importante, cuando el no multiplicarse se debe al egoísmo de querer satisfacer
nuestras propias necesidades y placeres en lugar de quitarnos de nuestro
disfrute para darlo a otro, no se está dispuesto a sacrificar un estilo de vida
cómodo y económicamente amplio por traer vida y multiplicarse. Pero algo deja
claro la Biblia y este salmo, traer vida es una alegría y una honra para la
casa, pero lo más importante de todo es que Dios sea el centro del hogar, sino
ciertamente todo será en vano.
AP
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