"Bienaventurado todo aquel que teme al Señor, que anda en sus
caminos. Cuando comas del trabajo de tus manos, dichoso serás y te irá bien. Tu
mujer será como fecunda vid en el interior de tu casa; tus hijos como plantas
de olivo alrededor de tu mesa. He aquí que así será bendecido el hombre que
teme al Señor. El Señor te bendiga desde Sion, veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida, y veas a los
hijos de tus hijos. ¡Paz sea sobre Israel!"
El concepto de la felicidad es
muy relativo según la persona, sus intereses, sus gustos, su ambiente social,
la familia donde le haya tocado vivir o simplemente su nacionalidad. La
realidad es que la felicidad no es posible categorizarla según nuestros propios
baremos, cada persona tiene su propio estereotipo de la felicidad.
La Biblia también nos ofrece estilo de felicidad, "bienaventurado todo aquel que teme al Señor, que anda en sus
caminos. Cuando comas del trabajo de tus manos, dichoso serás y te irá bien. Tu
mujer será como fecunda vid en el interior de tu casa; tus hijos como plantas
de olivo alrededor de tu mesa. He aquí que así será bendecido el hombre que
teme al Señor. El Señor te bendiga desde Sion, veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida, y veas a los
hijos de tus hijos. ¡Paz sea sobre Israel!"
La Biblia dedica parte de sus
palabras a hablar de la felicidad, tanto es así, que la palabra bienaventurado,
que se usa para referirse a alguien muy feliz, aparece un total de 97 veces en
toda la Biblia, lo cual nos da una idea y un mensaje claro, Dios quiere que
seamos felices. Los hay que dicen que Dios no desea nuestra felicidad, pero eso
no es cierto. Ahora bien, hay que reconocer que los baremos de felicidad de
Dios no son los nuestros, mientras que nuestra felicidad se suele basar en
cosas terrenales, para Dios la felicidad son los tesoros celestiales que
repercuten en todo lo terrenal.
Así nos presenta este salmo la
felicidad, en el temor al Señor y esto se consigue andando en sus caminos.
Cuando cumplimos lo celestial entonces lo terrenal produce felicidad, un
matrimonio prospero en cuanto a descendencia, y unos hijos también ricos en
descendencia, de manera que la familia siga creciendo. Hoy en día no parece que
las familias estén de moda, más bien al contrario, por eso tenemos una misión,
temer a Dios para guardar a nuestras familias y orar para que Dios las guarde y
las preserve.
AP
Excelente reflexión pa este tiempo donde las familias pareciera que es una especie en extinción. Dios les bendiga☺️
ResponderEliminarTa chida
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