"Desde lo más profundo, oh Señor, he clamado a ti. ¡Señor, oye mi voz! Estén atentos tus oídos a la voz de mis súplicas. Señor, si tú tuvieras en cuenta las iniquidades, ¿quién, oh Señor, podría permanecer? Pero en ti hay perdón, para que seas temido. Espero en el Señor; en El espera mi alma, y en su palabra tengo mi esperanza. Mi alma espera al Señor más que los centinelas a la mañana; sí, más que los centinelas a la mañana. Oh Israel, espera en el Señor, porque en el Señor hay misericordia, y en El hay abundante redención; El redimirá a Israel de todas sus iniquidades."
Una frase muy utilizada en el mundo del deporte es que los errores se pagan y es cierto, según el deporte, un solo error puede costarle al equipo la derrota del partido e incluso del título. Pero esto no solo ocurre en el deporte, ocurre también en nuestro día a día, los errores que cometemos respecto a otras personas se pagan, cuando fallamos a un amigo, la amistad se resiente, cuando decimos una palabra inapropiada a nuestra pareja, tiene una consecuencia en el corazón, hasta el punto más extremo de que pueda acabar en una ruptura. Los errores se pagan, en ocasiones reciben perdón y otras en cambio no.
Pero en Dios es diferente, los errores no los podemos llamar errores sino pecados y no los tenemos que pagar nosotros, ya han sido pagados, por eso podemos pronunciar con seguridad las palabras del salmista sobre Israel, "Desde lo más profundo, oh Señor, he clamado a ti. ¡Señor, oye mi voz! Estén atentos tus oídos a la voz de mis súplicas. Señor, si tú tuvieras en cuenta las iniquidades, ¿quién, oh Señor, podría permanecer? Pero en ti hay perdón, para que seas temido. Espero en el Señor; en El espera mi alma, y en su palabra tengo mi esperanza. Mi alma espera al Señor más que los centinelas a la mañana; sí, más que los centinelas a la mañana. Oh Israel, espera en el Señor, porque en el Señor hay misericordia, y en El hay abundante redención; El redimirá a Israel de todas sus iniquidades."
Esta es una gran seguridad que podemos tener, que si clamamos a Dios desde lo más profundo, como si estuviesemos muriendo, con la necesidad de encontrar una respuesta al otro lado, la vamos a encontrar, porque Dios no castigará nuestros pecados con el castigo que merecen, no solamente por su amor y su misericordia, sino porque un hombre llamado Jesucristo, no solo vino a la tierra sino que Él pagó nuestra condenación.
Si Cristo hizo eso, ¿habrá algo que no pueda hacer? ¿Enfermedad que no pueda sanar? ¿Problema que no pueda resolver? ¿Corazón tan duro que no pueda convertir? Claramente no, pero lo hará a su tiempo, no al nuestro, por eso, como el salmista dice espera en el Señor, por tu esperanza en sus palabras, no desmayes ni desesperes, porque al momento adecuado llegará el salvador, en Él hay abundante redención y nosotros hemos sido alcanzados por ella.
AP
si hermano confía en Dios en este momento de crisis el redimirá nuestros pecados y restablecerá el amor y el perdón entre nosotros. Venezuela sera .como su Israel que confío en el. El nos liberara de nuestras culpas. Venezuela Clama desde su alma lastimada.
ResponderEliminarMi alma espera al Señor mas q el centinela a la noche. Desde q Dios llegó a mi corazón me aflije el día q oro y no siento su presencia, y cuando oro pero no siento ese temblor dentro de mi ser q fluye desde mis entrañas y estalla en mil pedazos dentro de mi y comienzo a cantar en lenguas q nacen desde mis entrañas no puedo seguir mi vida como si nada pasara,necesito su presencia y este versículo me recuerda eso,mi alma espera al Señor mas q el centinela a la noche.
ResponderEliminarMi alma aguarda al Señor más que los centinelas a la mañana.
ResponderEliminaresperando ver la luz de Dios brillar atravéz de mi vida deseando abrir los postigos de mi mente y de mi corazón sabiendo que Dios lo hará si tengo fe y confio que Él es la única luz que necesito.