Éxodo 11 - Planes eternos



"Y Moisés dijo: Así dice el Señor: Como a medianoche yo pasaré por toda la tierra de Egipto, y morirá todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sienta en su trono, hasta el primogénito de la sierva que está detrás del molino; también todo primogénito del ganado. Y habrá gran clamor en toda la tierra de Egipto, como nunca antes lo ha habido y como nunca más lo habrá."

El concepto eternidad es practicamente imposible de comprender para nosotros, ya que nuestra percepción del tiempo comienza en el nacimiento, continúa en nuestro crecimiento y madurez y acaba con la muerte, en cambio en Dios la cosa es distinta, el concepto tiempo no existe como para nosotros, su eternidad, su falta de inicio y de fin, le otorgan una características distintas, el tiempo no tiene la misma percepción que para nosotros y en su eternidad elaboró un plan perfecto para que su hijo fuese glorificado.

En ese proceso, Israel fue escalvizado en Egipto, y llegó el momento en que Moisés apareciese a Faraón, "y Moisés dijo: Así dice el Señor: Como a medianoche yo pasaré por toda la tierra de Egipto, y morirá todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sienta en su trono, hasta el primogénito de la sierva que está detrás del molino; también todo primogénito del ganado. Y habrá gran clamor en toda la tierra de Egipto, como nunca antes lo ha habido y como nunca más lo habrá."

El primogénito era mucho más que el primer hijo, era la herencia, era quien iba a representar la casa en el futuro, no era un simple niño que jugaba, era quien se iba a encargar una vez el padre de familia mueriera, de que su nombre quedase en buen lugar, y esto estaba siendo amenazado, todo un país podía quedarse sin su próxima generación, sin su herencia, todas las familias estaban a la merced de Dios por culpa de un gobernador, testarudo, duro de corazón y desobediente a Dios.

Los primógenitos iban a morir para dar salvación al pueblo de Dios, pero esto solo era un aviso de lo que sucedería años después, estos primogénitos eran pecadores, pero habría otro primogénito que también moriría, otro heredero que dejaría  de vivir para que el otro pueblo de Dios, un pueblo lleno de gentiles, su iglesia, pudiese ser salva, para que pudiesen ser libres de la esclavitud del pecado. Cristo, fue el primogénito que murió, para que los que creen en Él sean salvos, por su muerte, no por nuestras obras, sino por su obra redentora. "Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que creen en Él, no se pierda, mas tenga vida eterna"

AP

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