Éxodo 13 - La mejor guía

"El Señor iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarlos, a fin de que anduvieran de día y de noche. No quitó de delante del pueblo la columna de nube durante el día, ni la columna de fuego durante la noche."

Hacer un viaje en coche es genial y tiene algo especial si además llueve y los paisajes acompañan. Recuerdo mi viaje a París desde Barcelona en coche, fue espectacular, sobretodo la vuelta, atravesamos muchísimos pueblos y entre uno y otro la vegetación era preciosa y a eso hay que añadir la lluvia que caía, era una situación de ensueño, poder disfrutar de tanta belleza mientras se escuchaba el agua golpear el techo del coche, sin duda en la medida de lo posible me encantaría poder repetir algo así.

Los medios de transporte nos ofrecen grandes ventajas hoy en día, poder ir de un sitio a otro aislándonos de las condiciones meteorológicas y además de una manera rápida y cómoda. El pueblo liberado empezaba el camino a la tierra que les había sido prometida, pero sin medio de transporte disponible, solo con sus pies, eso si con un gps y protección inauditos, "El Señor iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarlos, a fin de que anduvieran de día y de noche. No quitó de delante del pueblo la columna de nube durante el día, ni la columna de fuego durante la noche."

La imagen que nos describe el texto debía ser espectacular, esta columna de nube y fuego cumplía tres funciones.

- Les servía de guía. Caminar por el desierto no debe ser nada fácil, más bien todo lo contrario, todo parece igual, solo hay arena lo mires por donde lo mires, pero Dios nos iba a abandonar a su pueblo después de sacarlo de Egipto y proveyó la nube y el fuego para guiarles. Igualmente tras habernos librado del pecado Dios nos ha dado nuestra columna de nube y fuego particular, la Biblia para guiarnos y el Espíritu Santo para iluminarnos.

- Les protegía de las circunstancias. En el camino del desierto había algo muy característico, durante el día las temperaturas eran excesivamente altas, casi insoportables y estos iban no solo hombres, sino niños, mujeres y ganado. Por la noche en cambio la situación era distinta, el frío aparece al marcharse el sol. La columna de nube no solo les guiaba, también les cubría y protegía del sol, igualmente que la columna de fuego les calentaba en las frías noches. Exactamente igual sucede con nosotros, Dios nos cubre con sus alas cuando el calor de la vida aprieta y nos calienta en cuando el frío hace aparición.

- Les recordaba que Dios estaba con ellos. Si hasta aquí habían visto milagros en Egipto, el desierto no iba a ser menos, Dios había provisto un medio para que no olvidaran que Él estaba con ellos. DE la misma manera Dios ha provisto muchos medios para que no olvidemos que Él está con nosotros en el peregrinaje hacia la nueva Jerusalén, nuestra tierra prometida.

AP

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