"Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy el Señor tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre. No tendrás otros dioses delante de mí."
El éxito en la vida depende de las prioridades que tenemos. Para lograr cualquier éxito es indispensable dedicar tiempo y priorizarlo sobre otras cosas, un deportista de élite nunca llegará a ser el mejor si no emplea todo su tiempo en mejorar sus capcidades, en entrenar diariamente y en buscar maneras de mejorar, su mejora debe ser su prioridad, de no ser así nunca llegará a alcanzar el nivel deseado.
Dios, tras haber liberado a Israel de Egipto y conociendo su corazón les ofrece una ley sobre la cual basar su vida y sobre la cual regirse, conocida comunmente como los diez mandamientos, los cuales eran diez de las muchas leyes que Dios dio a su pueblo, "y habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy el Señor tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre. No tendrás otros dioses delante de mí."
Una de las principales características de Dios con Israel era que Dios era celoso de su pueblo, no les gustaba compartirlo con nadie, Dios no es un Dios el cual puedes estar con Él y contra Él al mismo tiempo, todo lo contrario, Dios es un Dios celoso y solo Él es Dios. Podemos poner otras cosas por delante de Él en las prioridades de nuestra vida, pero Dios seguirá siendo siempre Dios.
¿Es Dios tu prioridad? ¿Cuántos dioses tienes? El ser humano tiende a la idolatria por naturaleza, si no existen otros dioses, los creamos, pero lo cierto es que no podemos tener más de un Dios, la Biblia es muy clara ante esto, "no se pueden servir a dos señores", "andas en la luz o en las tinieblas", no se puede anadar como el mundo y servir a Dios, es incompatible. Revisemos nuestras priorirades, busquemos dioses y quitemoslos de los puestos cabeceros de nuestras prioridades.
AP
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