“No robarás”
El cuento de Robin
Hood es de esos que parecen tener algo especial, que a todos nos hacen creer
que traen algo bueno, un hombre pobre que robaba a los que más tenían para
darle a los pobres, una historia emotiva y casi idílica, tener la oportunidad
de hacer "justicia" entre los que más tienen y más necesitan.
Este cuento todos los
niños lo reciben y se pinta a Robin Hood como una especie de héroe y un ejemplo
a seguir, como un justiciero pero no debemos olvidar que Robin Hood no era más
que un ladrón y esto no tiene ningún tipo de defensa, es algo que la Biblia
condena, "no robarás".
Es un peligro defender aquello
que la Biblia condena, y mucho más practicarlo, y ante esta aseveración acerca
de robar debemos preguntarnos, ¿soy un ladrón? En esta era en que los
eufemismos están tan a la orden del día necesitamos planteárnoslo.
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Somos ladrones cuando somos impuntuales: La
impuntualidad es algo realmente feo y más cuando se convierte en una costumbre,
por supuesto que en ocasiones se puede ser impuntual por razones ajenas a
nosotros, pero aquellos que son impuntuales por dejadez se convierten en
ladrones. En nuestros días el tiempo es lo más valioso que existe y hacer que
otro lo pierda es robarle.
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Somos ladrones cuando no trabajamos como debiéramos:
La precariedad laboral que vivimos hace que muchos trabajadores para
reivindicar su situación desciendan su nivel de producción. De manera más o
menos justa el trabajador recibe su salario y está obligado a cumplir con todas
sus tareas de la mejor manera posible, de lo contrario está robando a aquel que
le paga.
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Somos ladrones independientemente de la
cantidad. La ley indica que según la cantidad de dinero robada el delito sea un
hurto o un robo, en cambio la Biblia sitúa un baremo distinto, ya sea que
consigas un solo céntimo más de lo que te pertenece o que sean millones de
euros, la situación es exactamente la misma, estás robando.
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Somos ladrones aunque nos pueda parecer justo.
Robin Hood no dejó de ser un ladrón por preocuparse de los necesitados, dejar
de pagar algo que parece abusivo, tomar material de la empresa porque es poca
cosa o simplemente no devolver un cambio mal dado, se llama robar y debemos
huir de ellos.
AP
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