"No te harás ídolo, ni semejanza alguna de lo que está arriba en
el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No los
adorarás ni los servirás; porque yo, el Señor tu Dios, soy Dios celoso, que
castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta
generación de los que me aborrecen, y muestro misericordia a millares, a los
que me aman y guardan mis mandamientos."
¿Cuál es el pecado de la
humanidad desde el principio? La idolatría, no hay ninguna duda, no existe
ningún otro pecado en el que tantas personas hayan caído y sigan viviendo en
él. Desde Adán y Eva, la idolatría aparece hacia ellos mismos, buscando al auto
adoración, ser iguales a quienes debían adorar. Desde aquí siguen apareciendo
imperios, cada uno con sus dioses, sus imágenes, sus estatuas, etc. Con la
reforma parecía que llegaba un golpe en la mesa, al menos en cuanto al
cristianismo, pero la aparición del humanismo volvió a poner en liza la
adoración y centralidad del universo en el hombre y su satisfacción por encima
de la de Dios. Así llegamos a nuestros días, donde ya no solo se centra la
adoración en el ser humano, sino que incluso en las iglesias se predica más,
acerca de la autoayuda y la autosatisfacción que de la obra de Cristo en la
cruz.
Bajo este prisma encontramos
que la idolatría siempre ha existido y que las palabras de Dios al respecto son
necesarias de ser predicadas, "no
te harás ídolo, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo
en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No los adorarás ni los
servirás; porque yo, el Señor tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la
iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de
los que me aborrecen, y muestro misericordia a millares, a los que me aman y
guardan mis mandamientos."
¿Podemos llevar esto más allá?
Creo que limitar las palabras de Dios a un ídolo físico es limitar mucho el
mensaje que quiere lanzar. Para los cristianos nos es relativamente sencillo
ver idolatría en religiones que adoran imágenes, en personas que adoran a
actores, deportistas, políticos etc. Pero, ¿somos nosotros idólatras? Sin ánimo
de juzgar a nadie, creo que sí, seguimos siendo idólatras, seguimos teniendo
muchas cosas antes que Dios, seguimos buscando una imagen predefinida de
nosotros mismos que la anteponemos a Dios, lo que hoy en día llamamos como
trastornos psicológicos o mentales no son más que pecados encubiertos y
cambiados de nombre, los llamados trastornos alimenticios no son más que
idolatría hacía el cuerpo humano y la imagen propia que proyectamos en nuestras
mentes y que amamos más que a Dios, la ludopatía, drogadicción, adicción al
sexo, alcoholismo y cualquier otro trastorno, no es más que idolatría hacia
algo que amamos más que a Dios.
Nuestros corazones tienden
hacia buscar dioses lejos del Dios verdadero, y esto también existe en el
cristianismo y se predica en los púlpitos, de esta manera, se predica sobre
Dios, pero no el Dios de la Biblia, sino el Dios agradable de oír, un Dios
hecho a nuestra imagen y semejanza, un Dios sobre el cual nos interesa
escuchar, porque es agradable, alguien bonachón que se amolda a nuestros
propios intereses. Desvirtuar la imagen que la Biblia ofrece de Dios también es
idolatría y debiéramos huir de ella. ¿Cuál es el remedio contra la idolatría?
Huir de ella, orar y leer la Biblia para conocer más a Dios, para amar más a
Dios y conocer su corazón, para saber cuál es la imagen perfecta de Él.
AP
Yo nomás puedo decir los humanos, todos, aprendemos las cosas del mundo y de la vida, sea bueno o sea malo, con imágenes pues. Ahora qu a esa determinada imagen la adoraramos, viviéramos supeditados a un prodigio físico de aquella imagen, es otra cosa. De lo que ouedo dar criterio que existe, ej. El dinero, kos alucinógenos el fútbol, los actores, cabtantes, artistas que arrasan barreras en sus presentaciones etc.,todo eso en deterioro de la mente y el alma. No así las imágenes divinas, que aparte de enseñar la fe bíblica, nos rememoran historias de vidas ejemplares que ofrendaron sus vidas por causa de la justicia al igual que Jesús, porque debemos ser santos como Él, para alcanzar el cielo, allá entra todo lo humilde, obediente, transoarente de pureza. En tal virtud, la palabra Santo Rosario no dice la Biblia, pero al rezarlo, encontramos todos los pasajes bíblicos, con capítulos y versículos. Por eso a las imágenes de Dios, personalmente no las adoro, las venero para acrecentar mi fe, según habla la Sagrada Biblia, que es la Palabra de Dios.
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