Éxodo 23 - Más que victoriosos

 "Pero si en verdad obedeces su voz y haces todo lo que yo digo, entonces seré enemigo de tus enemigos y adversario de tus adversarios... ...No adorarás sus dioses, ni los servirás, ni harás lo que ellos hacen; sino que los derribarás totalmente y harás pedazos sus pilares sagrados."

Dirante la historia de la humanidad Dios ha hecho ciertos pactos con el ser humano para tratar con él y Dios nunca ha faltado a sus pactos ni sus palabras, todo lo contrario siempre ha sido fiel a todo lo que Él ha dicho. Uno de estos pactos que duran hasta hoy es el hecho a Noé, donde Dios prometió que nunca más volvería a destruir la tierra con agua y dejo como muestra el arco iris, algo que es visible y reconocible para todo el mundo.

Dios nunca falla a su palabra, no es mentiroso ni puede serlo, no existe esa opción y una vez Israel fue libertado de Egipto, Dios le prometió, "Pero si en verdad obedeces su voz y haces todo lo que yo digo, entonces seré enemigo de tus enemigos y adversario de tus adversarios... ...No adorarás sus dioses, ni los servirás, ni harás lo que ellos hacen; sino que los derribarás totalmente y harás pedazos sus pilares sagrados."

El pacto de Dios con Israel era claro, mientras hagas lo que yo te he mandado, mientras cumplas mi ley y me obedezcas, mientras derribes a otros dioses y no los sigas, sino que me seas fiel, puedes estar seguro, todo te irá bien. El bienestar y la bendición del pueblo dependía exclusivamente de su buen hacer y su obediencia.

Algunos siguen creyendo que esto es así y que este pacto que Dios hizo con Moisés sigue en pie, pero no es así, más bien todo lo contrario, la muerte de Cristo lo cambió todo, nuestros actos no determinan exclusivamente nuestras bendiciones, sino que "En todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro." Nuestra victoria o bendición se se basa en nuestros méritos sino en los de cristo y esto hace que podamos vivir como vencedores, porque Él ya venció la batalla por nosotros en la cruz

AP

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