Éxodo 24 - Entrando en la gloria de Dios

"Entonces subió Moisés al monte, y la nube cubrió el monte. Y la gloria del Señor reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días; y al séptimo día, Dios llamó a Moisés de en medio de la nube. A los ojos de los hijos de Israel la apariencia de la gloria del Señor era como un fuego consumidor sobre la cumbre del monte. Y entró Moisés en medio de la nube, y subió al monte; y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches."
Tim vivía en un pequeño pueblo en el oeste de Estados Unidos, un día, estando jugando empezó a sentir un gran ruido, fue corriendo a la calle principal y su sorpresa fue mayúscula, animales, payasos, acróbatas, equilibristas, domadores, todo un circo pasaba por aquella calle para promocionarse y llevar a todo el que lo viera a la gran carpa. Tim al verlo volvió a casa gritando, "ha llegado el circo". Y explicó a sus padres todo lo que había visto.

Tim se conformó con ver a los protagonistas desfilar en lugar de entrar a la carpa y ver el espectáculo. Algo adí es lo que sucedió en Israel, "Entonces subió Moisés al monte, y la nube cubrió el monte. Y la gloria del Señorreposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días; y al séptimo día, Dios llamó a Moisés de en medio de la nube. A los ojos de los hijos de Israel la apariencia de la gloria del Señor era como un fuego consumidor sobre la cumbre del monte. Y entró Moisés en medio de la nube, y subió al monte; y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches."

Israel, desde lejos vio aparecer la gloria de Dios, un fuego consumidor que cubría la cumbre del monte, mientras que Moisés y los demás entraron en la Gloria de Dios, otros tuvieron que quedarse y conformarse con observar, que fue espectacular, pero no alcazó el nivel de lo que Moisés vivió.

En ocasiones hoy en día la gloria de Dios desciende y en lugar de adentrarnos en ella, ya sea por miedo, desconfianza o conformidad nos conformamos con mirar desde lejos, nos conformamos a simplemente observar y no disfrutamos de lo que Dios es. Dios nos ha dado el privilegio de poder disfrutar de su presencia y llenarnos de su gloria, no lo desaprovechemos cuando la oportunidad aparezca y adentremonos en la gloria de Dios.

AP

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