Éxodo 27 - Manteniendo la lámpara encendida



"Y mandarás a los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas machacadas para el alumbrado, para que la lámpara arda continuamente."

Hoy en día es sencillo estar iluminado en casa, unicamente hay que apretar un pulsador y la luz se enciende en la habitación que queramos, la electricidad sin duda ha sido uno de los grandes descubrimientos e la humanidad y se hace impensable que ahora pudiesemos vivir sin ella, todo necesita electriciddad y nuestro mundo sin esto se hundiría. Pero esto es algo relativamente reciente si lo comparamos con la historia humana, antes, la iluminación se realizaba de manera distinta.

En la travesía por el desierto una de las formas de estar iluminado eran las lámparas de aceite, para esto, en la lámpara, se ponía aceite y una tela que prendiese y de esta manera el fuego no se acababa, "y mandarás a los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas machacadas para el alumbrado, para que la lámpara arda continuamente."

Los descendientes de Aarón tenían la misión de asegurarse que el aceite nunca faltara y el fuego no se extinguiese, la lámpara debía arder constantemente y el pueblo era el responsable de que siempre hubiese aceite, los sacerdotes de que siempre ardiese, pero era los que componían el pueblo quienes debían traer y ofrecer aceite de buena calidad para que la lámpara siempre estuviese encendida.

En nuestras iglesias, hoy en día, se ha perdido este concepto, necesitamos que nuestras lámparas estén ardiendo, que iluminen y esperamos que el pastor sea quien se encargue de hacerlas brillar, pero la realidad es que cada cristiano esta en la obligacón de llevar el aceite del Espíritu para que la lámpara no se apague, es decir, cada uno debe en casa conseguir aceite espiritual para que la iglesia lo reciba, no es labor del pastor, es labro de todos. Pongamos hoy nuestra meta en llenarnos del aceite del cielo y  busquemos a Dios mientras puieda ser hayado.

AP

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