"Dando gracias al Padre que nos ha capacitado para compartir la herencia de los santos en luz. Porque El nos libró del dominio de las tinieblas y nos trasladó al reino de su Hijo amado, en quien tenemos redención: el perdón de los pecados."
Vivimos tiempos convulsos, los recientes atentados como el de Niza, Bruselas o París, atentados en Siria o Irak, miles de personas muertas, el miedo se apodera de las personas y en los días que corren, en tiempos que debieran ser de civismo y de paz, más que nunca somos esclavos. Nos hemos convertido en esclavos del miedo, esclavos de la inseguridad, esclavos de extremistas que en nombre de su dios hacen barbaridades creyendo que así obtendrán una mayor recompensa.
¿Debemos realmente sentirnos como esclavos? ¿Acaso lo somos? "Dando gracias al Padre que nos ha capacitado para compartir la herencia de los santos en luz. Porque El nos libró del dominio de las tinieblas y nos trasladó al reino de su Hijo amado, en quien tenemos redención: el perdón de los pecados."
Hemos sido libertados, Pablo les escribe esto a una iglesia la cual estaba recibiendo un mensaje externo acerca de que Jesús no era suficiente, que tenían que hacer ciertas cosas para ser salvos, para ser libres. Pero Pablo les escribe y les recuerda, sois libres y teneis que compartir esa libertad, la herencia de los santos con aquellos que están en tinieblas, la redención de los peridoss por medio de Cristo Jesús.
En este tiempo que tan mal prece que esta todo, que parece que se ha perdido la libertad y que somos esclavos y estamos a merced de aquellos que con la violencia coartan nuestra libertad, ahora más que nunca, la Luz del cielo debe brillar por medio nuestro. No devemos olvidar que hemos sido libres de la mayor esclavitud, de la del pecado y que ahora, siendo libres podemos comparitr con otros la libertad que nos ha sido otorgada a través de Cristo.
AP
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