"Si en verdad permanecéis en la fe bien cimentados y constantes, sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, que fue proclamado a toda la creación debajo del cielo, y del cual yo, Pablo, fui hecho ministro."
En un tiempo tan variante como el que vivimos encontrar personas que se mantengan firmes en lo que dicen o piensan y además lo profesen parece complicado. Sin ir más lejos el partido político más votado en las últimas elecciones, al hablar con personas nadie reconoce haberlos votado, lo cual sin duda es extraño.
La variación de pensamientos y mentir a la hora de reconocer lo que se cree o de la ideologia sin duda esta a la orden del día, pero no ocurría así en Colosas, "si en verdad permanecéis en la fe bien cimentados y constantes, sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, que fue proclamado a toda la creación debajo del cielo, y del cual yo, Pablo, fui hecho ministro."
Los colosenses aunque vivían en un ambiente hostil no se movían de su fe, estaban bien cimentados y todo lo basaban en la esperanza que ellos tenían, que les había sido predicada, y esta esperanza no era otra que la de reencontrarse con Cristo, esto es lo que les mantenía firmes en la fe, aun siendo una iglesia joven y probablemente inmadura, su amor hacia Cristo y su retorno les mantenía con la mente centrada.
¡Que diferencia con la iglesia de nuestro tiempo! Iglesias probablemente más maduras, iglesias de muchos años de vida pero que parece que han perdido su esperanza, que los azotes del mundo, la economia, las enfermedades, las tendencias pecaminosas han marcado su estilo de vida y les ha hecho olvidarse de cual es su verdadera esperanza. No la perdamos de vista, recordemos que Cristo volverá a por su amada, deseemos que llegue ese día y tengoa firme nuestra fe.
AP
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