Colosenses 2:4-7 - Crecimiento continuo

"Y esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas. Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo. Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias."

La salud de un niño se demuestra con su crecimiento, mientras el niño crece no necesita más que sus revisiones regulares y ordinarias, pero en el momento en que el crecimiento es anormal o simplemente no existe, necesita la visita y la revisión por parte de un doctor que analice donde esta el problema.

Pablo advierte a los Colosenses sobre el riesgo de las doctrinas que les atacanan y lo hace de esta manera, "y esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas. Porque aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo. Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias."

Pablo les da a los Colosenses 4 indicadores acerca del crecimiento:

- De la manera en que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en Él. Pablo es un amante de la gracia de Dios y en ningún momento va a didar de ella, sino todo lo contrario "por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios, no por obras para que nadie se glorie." Esta es la manera en que hemos recibido a Cristo, por gracia y andar en Él no es más que imitar su manera de comportarse, amando a los demás, hermanos, amigos o enemigos, mostrando gracia al que no lo merece como Él hizo con nosotros.

- Arraigados: Esta palabra rapidamente trae a nuestra mente las raíces de un árbol, las cuales tienen una función muy especifica, se encarga de agarrar al árbol al suelo, le alimenta, guarda reservas para épocas malas y ayuda a otros árboles a recuperarse cuando están en mal estado. Por esto Pablo nos invita a arraigarnos a Cristo, a alimentarnos de Él que es nuestro maná del cielo, el pan y el agua que sacian, la roca de nuestra salvación donde aferrados da igual las tormentas de esta vida, permaneceremos firmes y no solo eso, sino que Cristo nos capacita para ayudar a aquellos que están débiles y a punto de morir.

- Sobreedificados. Conforme crecemos cada uno vamos edificando nuestras vidas, amistades, pareja, gustos, estudios, profesión, etc. Al conocer a Cristo no toca destruir todo y construir desde cero, sino que lo que hay que hacer es sobreedificar quitando aquello que ofende a Dios y cambiandolo por los frutos de ser sus hijos, amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio.

- Abundando en acción de gracias. Por último Pablo les recuerda que tienen que ser muy agradecidos, que la vida del cristiano se define por la gratitud a Dios, por la gratitud a la obra redentora de Cristo en la cruz. No dejemos nunca de ser agradecidos ni tan siquiera cuando las cosas no van como desearíamos, pues sabemos que todo acontece para bien para los que aman a Dios.

AP

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