Éxodo 29 - Donde Dios está



"Será holocausto continuo por vuestras generaciones a la entrada de la tienda de reunión, delante del Señor, donde yo me encontraré con vosotros, para hablar allí contigo. Y me encontraré allí con los hijos de Israel, y el lugar será santificado por mi gloria. Santificaré la tienda de reunión y el altar; también santificaré a Aarón y a sus hijos para que me sirvan como sacerdotes. Y habitaré entre los hijos de Israel, y seré su Dios. Y conocerán que yo soy Dios, que los saqué de la tierra de Egipto para morar yo en medio de ellos. Yo soy el Señor su Dios."

Dice el refrán que el fin justifica los medios, pero esto no es cierto en la vida y mucho menos en la óptica divina, los medios son tan importante o incluso más que el fin, es más, la Biblia nos enseña como algo no hecho correctamente ensucia e invalida el fin y aunque aparentemente pueda ser bueno, se vuelve en contrario y ofensivo para Dios. Los detalles son importantes, las formas imprescindibles llevarlas a cabo y el fin acaba siendo algo secundario.

Bajos esta idea Dios dió a Moisés como debían consagrarse los sacerdotes y como debían hacer los sacrificios, estas eran las formas y el medio, y cumpliendo esto, el fin se cumpliría también, "será holocausto continuo por vuestras generaciones a la entrada de la tienda de reunión, delante del Señor, donde yo me encontraré con vosotros, para hablar allí contigo. Y me encontraré allí con los hijos de Israel, y el lugar será santificado por mi gloria. Santificaré la tienda de reunión y el altar; también santificaré a Aarón y a sus hijos para que me sirvan como sacerdotes. Y habitaré entre los hijos de Israel, y seré su Dios. Y conocerán que yo soy Dios, que los saqué de la tierra de Egipto para morar yo en medio de ellos. Yo soy el Señor su Dios."

El beneficio de realizar y seguir los pasos estipulados por Dios para realizar los sacrificios tenía una recompensa enorme, Dios iba a estar con ellos, en Aarón y sus hijos caía una enorme responsabilidad, eran los encargados de presentar ante Dios el pecado del pueblo y descargarlo sobre el animal que estaba muriendo y por medio de la muerte de ese animal poder perdonar la iniquidad de todo el pueblo.

Si los detalles eran importantes en el proceso que debía seguir el sacerdote al hacer el sacrificio, también los detalles eran importantes en la muerte del Cordero, de Jesucristo. ¿Era necesario que se hiciese hombre? Sí. ¿era necesario que fuese arrestado? Sí. ¿Era necesarios que fuese brutalmente golpeado? Sí. ¿Era necesario que mueriese en una cruz? Sí. ¿Debía su sangre ser derramada? Sí ¿Tenía que resucitar? Sí, sin ninguna duda. Los detalles que Cristo sufrió son los que nosotros debieramoas haber sufrido, pero Él ocupó nuestro lugar, Él fue el sumosacerdote que hizo el sacrificio y Él fue el coredro que fue inmolado, todo para la gloria del Dios Padre y por amor a nosotros.

AP

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