"Y Aarón quemará incienso aromático sobre él; lo quemará cada mañana al preparar las lámparas. Y cuando Aarón prepare las lámparas al atardecer, quemará incienso. Habrá incienso perpetuo delante del Señor por todas vuestras generaciones. No ofreceréis incienso extraño en este altar, ni holocausto ni ofrenda de cereal; tampoco derramaréis libación sobre él."
En la Biblia hay muchos simbolismos, es fácil al hablar del Espíritu Santo hablar de aceite o paloma, para hablar de pecado referirse a la levadura o para hablar sobre falsos maestros hablar de cizaña o de lobos con piel de oveja. Símbolos reconocibles y facilmente asociables.
Dios ordenó a Moisés hacer un altar para el incienso "y Aarón quemará incienso aromático sobre él; lo quemará cada mañana al preparar las lámparas. Y cuando Aarón prepare las lámparas al atardecer, quemará incienso. Habrá incienso perpetuo delante del Señor por todas vuestras generaciones. No ofreceréis incienso extraño en este altar, ni holocausto ni ofrenda de cereal; tampoco derramaréis libación sobre él."
El incienso era un símbolo de adoración y Dios estaba pidiendo que en el altar hubiese un altar para adorarle y no solo eso, sino que debía hacerse dos veces al día, cada vez que Aarón preparase las lámparas. Este era un sacrificio de olor fragante a Dios un aroma que le adoraba.
El tabernáculo en muchas formas se parece a nuestras oraciones, dos veces al día se encendía este incienso y nos habla de la importancia de la adoración en nuestra vida de oración, la importancia que tiene no solo pedir, no solo el arrepentimiento de los pecados, sino también la adoración. Es algo básico y todo lo que hagamos debe tener un propósito, adorar a Dios.
AP
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